Una tierra sin Estado
La ANP pretende crear un país en el 25% de los territorios que fueron suyos
Actualizado: GuardarEl moderno Estado de Israel plasma el sueño de la Diáspora de volver a la antigua Tierra de Israel, aunque para hacerse realidad tuviera que expulsar de su tierra a otro pueblo. En 1947 las Naciones Unidas dieron forma al nuevo país al aprobar la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y uno árabe. Sin embargo, el 14 de mayo de 1948 cuando Israel declaró su independencia se produjo el ataque de sus vecinos, que se negaron a aceptar el plan de la ONU. Los siguientes ataques de los países árabes supusieron las victorias de Israel en la serie de guerras posteriores que confirmaron la independencia y ampliaron las fronteras del Estado judío más allá de lo dispuesto en el Plan de Partición de las Naciones Unidas.
El conflicto entre palestinos e israelíes se encuentra todavía muy lejos de una solución negociada. Hoy los palestinos aspiran a tener un Estado en el 25% de lo que fue históricamente su tierra que fue ganando Israel en las sucesivas contiendas bélicas con los países árabes vecinos, sobre todo en 1948 y 1967. La petición planteada el pasado viernes por el presidente Mahmud Abás para que la ONU reconozca a Palestina como Estado ha encontrado ya la oposición de Estados Unidos, principal valedor y soporte de Israel, que ha amenazado con utilizar su veto en el Consejo de Seguridad.
La división reina además en la parte palestina. Después de ganar las elecciones por mayoría absoluta y tras un feroz enfrentamiento, los fundamentalistas de Hamás se hicieron con el control de la franja de Gaza en 2007 y expulsaron a los herederos del mítico Yaser Arafat, la Autoridad Nacional Palestina, a Cisjordania.
El Gobierno israelí mantiene un estrecho control sobre la población palestina a través de numerosos pasos en los que trata de evitar atentados terroristas e infiltraciones armadas. Estos pasos se han convertido en un auténtico suplicio para la población palestina, en gran parte dependiente del trabajo en Israel. Otra medida de control, condenada por la comunidad internacional, es la construcción de un muro que una vez finalizado tendrá más de 700 kilómetros de longitud y que en la actualidad está terminado en un 50%.
Las negociaciones de paz se encuentran bloqueadas y sin perspectivas de solución, sobre todo a causa de la política israelí de nos suspender la ampliación de los asentamiento ilegales tal como se lo han solicitado la ONU y Estados Unidos. La iniciativa del presidente Abás de solicitar a la ONU el reconocimiento de Estado procede precisamente de la frustración por la total falta de avances en las conversaciones y la negativa israelí a frenar una expansión por territorios palestinos que amenaza con convertirse en una ocupación irreversible.