Las españolas hacen buen uso de la píldora poscoital
Utilizada en alguna ocasión por un 14%, su empleo está asociado a situaciones de urgencia
MADRID. Actualizado: GuardarLas españolas hacen un uso correcto de la píldora del día después y se abstienen de emplearla como método anticonceptivo habitual. Según un estudio auspiciado por la Sociedad Española de Contracepción (SEC), un 14,1% de las ciudadanas reconocen haber utilizado alguna vez la píldora poscoital. De acuerdo con las respuestas de la encuestas, su uso está vinculado con una situación de urgencia, especialmente por tener algún problema con el método anticonceptivo habitual.
El trabajo sociológico, realizado por Sigma Dos con una muestra 6.200 mujeres de entre 14 y 50 años (periodo de edad fértil), pone de relieve que dos de cada tres interrogadas han empleado la píldora del día siguiente tras haberse roto el preservativo. A la luz de estos datos, la presidenta de la Confederación Iberoamericana de Contracepción, María Ángeles Gómez, aseveró que el informe demuestra que el uso de la píldora poscoital no está asociado al mantenimiento de relaciones sexuales sin protección. A juicio de Gómez, no es cierto que las españolas hagan un empleo reiterado de la anticoncepción de emergencia, dado que la gran mayoría la había utilizado una sola vez. «Y más de dos es algo anecdótico».
Las creencias religiosas no están reñidas con el uso de este anticonceptivo de emergencia. No en vano, un 58% de sus usuarias se declaran católicas. Además, el perfil de la mujer que recurre a él responde al de una española de entre 25 y 34 años, residente en una población de más de 10.000 habitantes, que convive en pareja, carece de hijos y cuyas preferencias políticas se adscriben al centro-izquierda. Un 81,8% de las interrogadas declara no haber tenido embarazos anteriores al uso de la píldora poscoital.
El presidente de la Fundación Española de Contracepción, Ezequiel Pérez Campos, adujo que los resultados del estudio ponen de manifiesto que la píldora del día después se ha convertido en una «segunda oportunidad anticonceptiva», y se congratuló del buen uso que hacen de ella las españolas, cuyo empleo es similar al de otros países europeos.
Pese a todo, siguen existiendo falsas creencias sobre este método anticonceptivo. Por ejemplo, más de la mitad de las mujeres (53,4%) creen que se trata de un medio para abortar y el 60,2% estima que su uso puede ser perjudicial para la salud.