El obispo de Cádiz prohíbe al vicario de Santa Cruz celebrar misa y oír de confesión

El robo de varias prendas en el Corte Inglés por el sacerdote José R. L, vicario de la iglesia de Santa Cruz, y su condena judicial, ha provocado una lógica «consternación» en el Obispado, según lo manifestó ayer el vicario general, Guillermo Domínguez Leonsegui, en una carta enviada a los medios de comunicación y que se puede leer en la web de la diócesis de Cádiz y Ceuta.

En este mismo comunicado, el Obispado informaba de que «el comportamiento impropio» del sacerdote no solo tendrá consecuencias jurídicas -fue condenado a pagar una multa de unos 800 euros, por un delito de hurto en grado de tentativa-, sino que también recibirá medidas disciplinarias dentro de la Iglesia. Aunque no se han explicado cuáles serán.

Tampoco se ha aclarado si el padre podría ser apartado de la Catedral Vieja, donde además de la vicaría parroquial ejercía como director espiritual de dos hermandades. Un cargo que ahora deberá abandonar.

En este sentido, el Obispado solo ha aclarado que al vicario se le retirarán las «licencias ministeriales». Es decir, a partir de ahora, no podrá oír de confesión sacramental, ni celebrar misa, ni «predicar la palabra de Dios», según explicaron ayer a LA VOZ desde el gabinete de comunicación del Obispado.