Sociedad

La princesa de Asturias reclama «rigor y respeto» en el uso del lenguaje

SAN MILLÁN DE LA COGOLLA. Actualizado: Guardar
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¿Es la palabra una herramienta del poder o un contrapoder? ¿Un arma que se pone al servicio de políticos, terroristas o mafiosos o que los combate? ¿Un agente integrador o segregador de minorías? ¿El periodista la usa con valentía y rigor o se escuda en la corrección política y el eufemismo traicionando la esencia de su oficio? A peguntas cómo éstas trata de responder el VI Seminario Internacional de Lengua y Periodismo que la princesa de Asturias, Letizia Ortiz, inauguró ayer, un gran 'chequeo' de los informadores a la salud de su herramienta de trabajo.

Volvía doña Letizia a aproximarse al oficio que ejerció durante años, antes de contraer matrimonio con Felipe de Borbón, y lo hacía reclamando «sentido común, rigor y respeto» en el uso de la palabra en el monasterio riojano de Yuso, cuna del español. Bajo el lema 'El periodismo y el lenguaje políticamente correcto', reúne este seminario a periodistas, académicos y lingüistas, entre otros, de las dos orillas de un idioma que une a casi 500 millones de personas.

Analizan las relaciones entre «la precisión y la corrección» del lenguaje para transmitir un mensaje del modo más ajustado a la realidad frente a la incursión, cada vez mayor, de lo políticamente correcto y socialmente establecido en el discurso periodístico. Así lo advirtió la princesa de Asturias, que destacó como «con el lenguaje se puede maquillar la realidad» y se preguntó si esa es «la pretensión del lenguaje políticamente correcto». «El cuidado de las palabras y la amabilidad -se respondió- no están reñidos con el rigor, que al fin y al cabo es lo que prima en el ejercicio de la profesión periodística, en la que nunca sobrarán el rigor y el respeto. Rigor para contar con propiedad y precisión lo que ocurre.