Tres jóvenes atracan la casa de un vendedor de joyas en Ubrique

«No ganamos para sustos». Esta frase se hizo ayer dueña de las conversaciones que se producían en el mercado de Ubrique, la plaza de España y el resto de la localidad pero, sobre todo, en la Urbanización La Ladera. Y es que el martes por la noche se produjo en la localidad uno de esos sucesos que nos acostumbramos a ver en los medios de comunicación pero que nadie espera que pase a sus propios vecinos.

Pasadas las 21.00 horas dos mujeres y un hombre, todos ellos jóvenes, se presentaron en la casa de un matrimonio de Ubrique, que se dedica a la venta de joyas a domicilio, para pedirles que les mostrara los artículos que iban a comprarle algo. Según destaca la Guardia Civil, esta no era la intención de estos individuos y una vez en la casa, cuando la mujer les mostraba diferentes mantas de joyas, aprovecharon para abalanzarse sobre ella, la agarraron por el cuello y la golpearon con un palo. Su marido trató de defenderla de esta agresión y también recibió un golpe en la cabeza.

Joyeros jubilados

Los asaltantes consiguieron huir con un botín que podría estar valorado en unos 40.000 euros, incluyendo 6.100 euros en metálico, tras lo cual se dieron a la fuga. No obstante, la Guardia Civil ya ha detenido a una joven de 18 años de edad, que responde a las iniciales N.Y.M.D. y cuenta con antecedentes penales, por su presunta implicación en los hechos. Aún se busca a los que fueron sus dos acompañantes durante el atraco.

Según fuentes vecinales, las víctimas tuvieron hace unos años una joyería en la localidad serrana, pero ya están jubilados. No obstante, se sacaban un sobresueldo a su pensión con la venta de oro como si de un ditero se tratase, ofreciendo la posibilidad de pagarlas poco a poco. Estas circunstancias fueron las que sirvieron de reclamo a los presuntos atracadores para que se acercaran a su vivienda de la calle Ladera para perpetrar el atraco.

Según los vecinos, los jubilados se recuperan bien de los golpes sufridos aunque «están muy afectados y asustados por la situación que les ha tocado vivir». También recordaba que se trata de dos vecinos de Ubrique muy conocidos y queridos y lamentaban que «lleven toda la vida trabajando para que lleguen tres niñatos y se queden con todo lo que tienen».

La ley del silencio

El violento suceso sembró el miedo en la localidad serrana, donde , para colmo, dos horas antes se había originado un aparatoso incendio en una vivienda. Ayer, un día después del atraco, los ubriqueños aún manifestaban su sorpresa y su pesar por lo sucedido al matrimonio de joyeros. Con todo, el hecho de que los atracadores sean también vecinos de la localidad hizo que muchos vecinos se mostraran desconfiados a la hora de dar su opinión al respecto.

La ley del silencio parecía imponerse entre buena parte de los vecinos, que no ocultaban que temían posibles represalias del entorno de los presuntos atracadores: «Yo lamento lo que ha sucedido», destacaba un hombre, que prefería no dar su opinión, «ni mucho menos dar la cara», porque temía que con ello pudiera «buscarle la ruina» a su familia. La indignación, por tanto, quedaba tapada con el miedo.