La paternidad reduce el riesgo de padecer dolencias cardiacas
Una mejor genética o una vida más sana podrían explicar las conclusiones de una investigación en EE UU
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarSer padre no es precisamente un camino de rosas para muchos hombres, pero ese ajetreo puede ayudarles a vivir más o, por lo menos, a tener un cuerpo más saludable que sus pares sin descendencia. De entrada, un órgano tan vital como el corazón da menos la lata a los papás -menos infartos, menos visitas al cardiólogo-, lo que subraya la estrecha conexión entre una rica vida emocional y la salud. Un amplio estudio realizado a unos 138.000 hombres por Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas en colaboración con varias universidades constituye la última gran aportación en este terreno. Aunque los investigadores no conocían algunos factores de riesgo de los participantes, como sus niveles de colesterol o presión arterial, ni sabían si los hombres que no tenían hijos lo hacían por elección o por problemas de fertilidad, hay bastantes razones para pensar que la paternidad y la mortalidad están relacionadas.
Una investigación previa ya había establecido que estar casado, tener muchos amigos e incluso tener un perro puede disminuir la probabilidad de desarrollar problemas cardiacos. De modo semejante, ahora se concluye que tener hijos puede ayudar a la persona a cuidarse o darse más argumentos para hacerlo de mejor manera. Además, se requieren lógicamente buenos genes para ser padre de un pequeño. Una incapacidad para hacerlo podría significar una debilidad genética que puede manifestarse con el tiempo en problema cardiaco. «Una evidencia importante de este trabajo es que abre una nueva ventana para entender la infertilidad masculina en el contexto de la salud del hombre cuando se acerca a la vejez», señaló Michael Eisenberg, un urólogo y especialista en fertilidad de la Universidad de Stanford que dirigió el estudio. «Quizá nos está indicando que hay algo más involucrado en la incapacidad del hombre para tener hijos».
Cómo método de trabajo, los investigadores excluyeron a los hombres que nunca estuvieron casados, para centrarse en aquellos que muy probablemente tenían la intención y oportunidad de ser padres. Los hombres con cáncer o enfermedades cardiacas también fueron excluidos para comparar únicamente a hombres que estaban sanos cuando inició el estudio. De los restantes 137.903 hombres, 92% eran padres y la mitad tenía tres o más hijos. Después de un promedio de 10 años de seguimiento, aproximadamente un 10% había muerto. Si bien no hallaron diferencias significativas en las tasas de mortalidad entre los hombres sin hijos y los que eran padres, sí constataron que los padres tenían un 17% menos de probabilidades de morir de problemas cardiovasculares.