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Contra el Ajax empezó todo
Sin el míster, en la grada, el Madrid desordenado y demoledor se reencuentra con el Ajax en el segundo partido de liguilla de 'Champions' Mourinho fue sancionado por ordenar las expulsiones de Ramos y Alonso
MADRID. Actualizado: GuardarDiez meses han pasado del inicio de una peligrosa relación entre Mourinho y la UEFA. Del primer castigo al portugués como entrenador del Real Madrid por ordenar sin disimulo las expulsiones de Xabi Alonso y Sergio Ramos en Ámsterdam, para que ambos llegasen limpios a octavos en la pasada Liga de Campeones. La situación se agravó en abril con la explosiva rueda de prensa del luso tras la ida de las semifinales frente al Barça en el Bernabéu. El mismo escenario donde hoy Mourinho cumplirá su último partido de sanción. El técnico, fuera del banquillo, se someterá a un nuevo plebiscito de la afición madridista dos días después de la defensa a ultranza de Florentino Pérez.
A pesar de las voces discordantes, el Bernabéu está con Mourinho y el debut continental en casa debería servir para reforzar la alianza con el entrenador y demostrar a la UEFA que, aunque haya temor a que el organismo que preside Michel Platini pase factura a lo largo de la temporada, el Madrid tiene que estar por encima de presuntas conspiraciones. Toca dar otro paso hacia la décima, destino obligado, y no a largo plazo, del madridismo, aunque Arbeloa se encargó ayer de recordar que «las obsesiones nunca son buenas» y que no se debe presionar más de la cuenta, «porque el objetivo queda aún muy lejos». El Ajax parece el rival idóneo, y pese al desorden del Madrid, los blancos ya están advertidos por el Levante, el Racing y el Rayo y deben hacer valer su poder ofensivo para tranquilizarse y sumar su segunda victoria en la fase de grupos.
Todos a una
El Bernabéu sigue pesando, y al Real Madrid le llega el momento de centrarse solo en el juego para demostrar que, errores arbitrales y amenaza de la UEFA aparte, este equipo dispone de suficientes mimbres para intentar reinar de nuevo en Europa, y no solo por Cristiano Ronaldo. Con muy poco fútbol y una escasa autoridad, sin elaboración y con dudas físicas, pero con un contragolpe demoledor. Con pegada suficiente para sentenciar a los contrarios de escasa entidad, por muy valientes que sean, como promete serlo un Ajax que últimamente se está acostumbrando a los empates.
Se deje dominar o no el Madrid por los modestos, es una oportunidad más para mostrar la tan proclamada unión entre Mourinho y sus jugadores y entre el técnico y los dirigentes. Todos a una contra el poder establecido. Sin dejar de insistir en que no existen grietas en el vestuario y de que Mourinho, a quien Florentino ha unido su destino, cuenta con el respaldo absoluto del presidente, aunque no siempre comparta sus modos de «señorío».