Dos agentes de la Benemérita descargan los fardos interceptados a una organización. :: LA VOZ
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Las ganas de fiesta arruinan la fuga de un narco escondido hace meses

La Guardia Civil logra detener a El Tomate, líder de una banda de Sanlúcar que cayó en 2010 y al que buscaban desde entonces

SANLÚCAR Actualizado: Guardar
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Su nombre también está incluido entre aquellos que tienen poder en el negocio del hachís. Su banda fue desmantelada en abril de 2010 y los integrantes que fueron arrestados en esa operación de la Guardia Civil, condenados por la Audiencia a penas de seis y cinco años de prisión. Pero El Tomate, el máximo responsable de un alijo de 2.579 kilos de hachís que fue interceptado en Lebrija, había logrado huir. Desde entonces llevaba escondido, pero llegó el momento de bajar un día las defensas. Ese descuido fue aprovechado por agentes del equipo de delincuencia organizada y antidroga (EDOA) de la Comandancia de Cádiz. El Tomate, otro de los narcos importantes que operan en Sanlúcar, fue detenido este pasado fin de semana y ayer ingresó en prisión. El Instituto Armado acababa con la huida de otro peso pesado de la industria del 'chocolate'.

Un año y medio escondido habían hecho mella en su carácter, aseguraron ayer fuentes consultadas por este periódico. Sabía que la Guardia Civil lo estaba buscando y que la Audiencia, en una sentencia dictada en junio, lo consideraba cabecilla de una organización estable de narcos que pudo haber actuado al menos desde el año 2009 hasta 2010 cuando fue desmantelada.

Vivía con el constante miedo de ser descubierto y ese temor estaba afectando incluso a su salud. Sin embargo, sin haberse ido muy lejos, logró mantenerse fuera del alcance de la Guardia Civil durante más de un año. Pero el pasado fin de semana cometió un error que fue aprovechado por los agentes que llevaban meses siguiéndole la pista. Al parecer, la mayor parte de ese tiempo lo había pasado oculto en Sanlúcar. No como otros traficantes que huyen a Marruecos donde saben que es misión casi imposible apresarles. Una invitación a una fiesta en una peña flamenca de la localidad sanluqueña se convirtió en la trampa perfecta. La Guardia Civil interceptó esa información y esperó a que el narco acudiera para arrestarlo allí mismo. Fuentes judiciales confirmaron a este medio que fue puesto a disposición judicial ayer y la autoridad ordenó su ingreso en prisión. No es la primera vez que la Guardia Civil descubre en Sanlúcar a un narco huido de la Justicia que se había escondido en su propio pueblo. En 2006, los agentes arrestaron a El Marqués, que se había recluido en un chalé para burlar una orden de arresto dictada por la Audiencia Nacional en 2001.