Los primeros efectos colaterales del tren

La necesidad que tenía la ciudad de unir las zonas este y norte es incuestionable. El derribo del puente de San José Obrero, las nuevas infraestructuras férreas para la llegada del AVE y la construcción de nuevos viales para reconducir el tráfico y vertebrar la ciudad son actuaciones que llevan meses en ejecución y que pronto empezarán a cambiar los hábitos de los jerezanos. Pero no siempre llueve a gusto de todos y la remodelación de esa zona de Jerez también lleva aparejadas algunas modificaciones que no son siempre bienvenidas.

Es el caso del bar La Nueva Tapita que, a partir de octubre verá reducida su terraza a la mitad. El motivo es que se perderán varios metros de acera debido a la nueva calzada. Según su propietario, Fran Moreno, «ahora caben ocho mesas y se me quedarán en cuatro». De hecho, la modificación no estaba contemplada en un principio y el Ayuntamiento incluso devolverá al empresario parte de los impuestos que pagó a principios de año por ocupar la acera para su negocio.

Consciente de que se trata de una actuación de interés general, el dueño lamenta que «me hayan avisado de un día para otro».