Con Carrión y Ñoño, cualquiera
El conjunto isleño resuelve en 20 minutos el partido ante un filial que no fue más que Carlos Martínez contra el mundo El San Fernando pasa por encima del Córdoba B y se coloca a tres puntos del líder
SAN FERNANDO. Actualizado: GuardarLa calidad individual del San Fernando fue argumento más que suficiente para la victoria cosechada ayer contra el Córdoba B, un equipo que demostró que sufre horrores para crear peligro. El acierto de Pedro Carrión, que ya lleva ocho goles, y Ñoño fue determinante para que el partido se quedara resuelto a los veinte minutos de juego.
Funcionó el cuadro de Juan Carlos Menudo a arreones, lo que hasta el momento le está bastando para resolver los partidos. En un abrir y cerrar de ojos, Carrión ya había maravillado al respetable con un remate a la media vuelta que se convirtió en gol gracias a la genial asistencia de Beato, y el propio delantero de Estación de Cártama había aprovechado la laguna de la defensa cordobesista, que al parecer no tenía muy claro que en un saque de banda no hay fuera de juego, para hacer el segundo. En el minuto 20, Ñoño, en una espectacular jugada personal, se coló cimbreando en el área después de sortear a todo cuanto se le puso por delante para convertir el tercero.
Pero cuando se acercaba el descanso, una falta de entendimiento en la defensa terminó acabando en penalti de Pecci, que paró habilidosamente Zamora pero que el rechace, tras previo fuera de juego, se convirtió en un centro cabeceado a la red por Javi López. El lateral chiclanero tuvo que marcharse a la caseta porque la pena máxima le supuso la segunda tarjeta. Muy pobre el arbitraje de Moreno Díaz, que aplicó distintos raseros en sus decisiones. Los segundos 45 minutos se acabaron en el 50, cuando Ñoño volvió a poner las cosas en su sitio al culminar una gran jugada iniciada por Beato. De ahí en adelante, mejor haberse marchado a la Feria de la Tapa, porque lo que es fútbol se vio poco. Tan solo a un Córdoba B en el que solamente Carlos Martínez parecía tener algo de empuje, pero que se mostraba incapaz de fabricar ocasiones de evidente peligro en la portería de Zamora. Volvió a estar algo fallón el San Fernando en la finalización de las jugadas, algo que solamente es producto de la suerte y de coger algo más de rodaje. Lo que sí preocupa es la concatenación de errores absurdos y de despistes en defensa, que ya han costado más de un susto en lo que va de temporada, y eso sí que se entrena.