La iglesia reabrirá después de una primera intervención que garantiza la integridad estructural del edificio. :: ANTONIO VÁZQUEZ
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Divina Pastora redescubierta

El primer templo español consagrado a esta advocación retomará el culto en octubre a falta de la restauración de los retablos La parroquia ultima los preparativos para reabrir la capilla después de tres años cerrada

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Una altura digna de un gran templo, propia de la majestuosidad que le correspondía a la primera iglesia de España consagrada a la Divina de la Pastora. Tanto alzado de su suelo ajedrezado a su magnífica cúpula barroca -para los escasos metros cuadrados de edificación- que, con los años, la propia integridad del templo quedó en jaque. La Capilla de la Pastora se caía. Necesitaba dinero urgente para salvar una de las mayores joyas del barroco gaditano. Mientras, cerró con la incertidumbre de ver la luz del día. Corría el año 2008 y tuvo que esperar a que llegara 2010 para ver la primera fase de los trabajos concluida. Más de 187.000 euros para colocar un cinturón de hierro que detuviera el empuje de la cúpula.

El templo se salvó del derrumbe. Tras el soterramiento de unos cables que colgaban de la fachada por la restauración de ésta (y que nunca se produjo), la puerta quedaba abierta a una segunda intervención más ambiciosa que recuperase las dependencias parroquiales, la instalación eléctrica y la solería. Pero el reloj se detuvo de nuevo para la Pastora y la segunda fase no llegó. La iglesia quedó cerrada y abandonada a su suerte, de nuevo. Pero su destino cambiará de nuevo a primeros de octubre: la iglesia de la calle Sagasta, dependiente de la parroquia de San Lorenzo abrirá de nuevo al culto.

Tres años después de que los gaditanos dejaran de disfrutar de una exposición de puro barroco en manos de Benito de Hita y Castillo (autor de la imaginería del altar mayor), Montes de Oca (a quien se le atribuye la Virgen de la Pastora) o Julián Jiménez (encargado de la hechura del propio retablo); el templo ya ultima los trabajos previos a la apertura. A falta de una restauración integral que recupere el esplendor de paramentos y retablos, la parroquia ha recurrido a los restauradores de Ars Nova, que trabajan ahora en el lugar sobre el paso de Afligidos, para realizar una limpieza de los bienes muebles.

Las claves de la esperada reapertura las aporta el párroco de San Lorenzo y responsable de La Pastora, Jesús García Cornejo: «A falta de una buena restauración, la iglesia abrirá porque es necesario para uso parroquial». Y es que, a pesar de haber zonas precintadas por riesgo, la parroquia empleará el resto de dependencias para catequesis y grupos de feligreses. «Además, los templos cerrados tienden a deteriorarse así que lo mejor es que esté abierto», matiza el sacerdote. Por ello, y aunque «quedan muchas cosas por hacer», la vida volverá a la iglesia de Sagasta.

Apertura permanente

Primero lo hará con la exposición del paso de Afligidos, próximo a su terminación y que a todas cuentas se producirá los primeros días de octubre. Después vendrá el uso parroquial. El tercer paso llegará con el restablecimiento del culto de la iglesia. Algo que García Cornejo espera poder realizar «a lo largo del curso». En cualquier caso, el párroco garantiza que La Pastora no cerrará a corto plazo.

De hecho, el sacerdote confía en que las nuevas intervenciones en el templo vayan llegando de forma escalonada: «Tal y como está ahora la situación económica, lo mejor es que la restauración se haga por fases. Así se garantizaría que la iglesia no se volviera a cerrar». De momento, tanto la puerta principal (limpiada y protegida) como los retablos están adecentados. En el segundo caso es temporal, como muestra una cata de color realizada en un angelito del retablo. El color oscuro de su pareja sobre el dintel, contrasta con la blancura de la limpieza profunda del otro. La diferencia choca e ilusiona a la vez. Permite soñar con el fulgor de un retablo dorado de 1756 totalmente recuperado. Pero eso ya es otra historia. Y para contarla, parecen quedar unos cuantos años.