Un miembro de Fatah vigila en el campo de refugiados de Ain al-Hilweh, en el sur de Líbano. :: REUTERS
MUNDO

Israel se sume en la alerta máxima

El Gobierno hebreo teme una oleada de altercados en el país por el discurso de Abás en la ONU

JERUSALÉN. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ha llegado el «día de la verdad», como lo han bautizado los dirigentes de la Autoridad Nacional Palestina. A media tarde Mahmud Abás reclamará en la Asamblea de Naciones Unidas el derecho de Palestina a ser reconocido como Estado de pleno derecho. Una hora más tarde el primer ministro israelí, Benyamín Netanyahu, subirá al estrado para repetir las palabras pronunciadas por Barack Obama la víspera e insistir en la idea de que «no existen atajos para la paz», en alusión a la necesidad de resolver el conflicto en la mesa de diálogo, de forma bilateral, como paso previo al reconocimiento de Palestina.

El muro diplomático levantado por Israel y Estados Unidos frenará la demanda palestina. ¿Se traducirá esto en un estallido de violencia en las calles por una parte palestina frustrada y decepcionada por unas negociaciones imposibles y el eterno apoyo de Washington a la fuerza ocupante? Es la pregunta que flota en el aire. Las autoridades de Ramala insisten en que las protestas serán pacíficas y que la estrategia a seguir será la de países como Túnez o Egipto, donde la violencia cero de los manifestantes durante las revoluciones logró derrocar a los tiranos.

Al otro lado del muro no las tienen todas consigo, recuerdan las dos primeras intifadas y, ante el riesgo de altercados, las autoridades hebreas han declarado el estado de alerta máxima. La alarma se mantendrá las próximas tres semanas, en las que miles de efectivos reforzarán los puestos de control más sensibles equipados con nuevo material antidisturbios y armas no letales.

El «más sionista»

Obama habló y sus palabras fueron tan bien recibidas por los israelíes como criticadas por los palestinos. Lo que para unos fue todo un jarro de agua fría, para otros supuso «el discurso más sionista» del presidente, como destacó en su titular de portada el diario conservador 'Yediot Aharonot'. Cientos de personas tomaron parte en pequeñas movilizaciones celebradas en Cisjordania para mostrar su rechazo a la postura de Obama, cuya intervención dilapidó las esperanzas levantadas por su discurso pronunciado en El Cairo en junio de 2009, donde sorprendió con su crítica a Israel y definió la situación de los palestinos como «intolerable», porque «sufren las humillaciones diarias que acompañan a la ocupación. Nunca daremos la espalda a su derecho legítimo a vivir con dignidad y un Estado propio». Palabras que ahora suenan muy lejanas.

También en Gaza un pequeño grupo de mujeres se sumó a las protestas, según la agencia Maan, el primer gesto de este tipo que surge desde un territorio controlado por Hamás, cuya postura oficial es la de no respaldar la iniciativa de Abás. Estas pequeñas marchas y concentraciones pacíficas fueron el anticipo de las movilizaciones que las autoridades palestinas han convocado a lo largo de toda la jornada para reforzar la intervención de su presidente en Nueva York. Nada más concluir el rezo del mediodía se espera que miles de personas vuelvan a gritar al mundo su deseo de convertirse en el Estado 194 de la ONU. Un sueño que deberá seguir esperando.