Vettel se encuentra en Singapur con el primer 'match ball' para ganar el Mundial

Faltan seis carreras, contando la que nos ocupa, para que acabe la temporada 2011 de Fórmula 1, una de las que menos disputa ha tenido... en la cabeza al menos. Faltan, por tanto, 150 puntos por disputar y, sin embargo, estamos ante la primera carrera que puede confirmar lo que se intuía en marzo, se sospechaba en julio y se decantaba en agosto: Sebastian Vettel se puede proclamar campeón del mundo de Fórmula 1 por segunda vez en su carrera deportiva, convirtiéndose además en el más joven en lograr dos entorchados mundiales.

Todas sus opciones para ser campeón este domingo bajo los focos del Marina Bay Circuit pasan por que Fernando Alonso no acabe en los puestos de honor, algo que ha logrado siempre en la corta vida de este moderno y ostentoso trazado asiático, y que Vettel sí lo haga, algo que ha logrado siempre este año excepto ante su público en Nürburgring.

La opción más fácil para 'Seb' sería ganar y sumar así a su extenso palmarés de Grandes Premios el de Singapur, cuyo trofeo aún no tiene en sus vitrinas. En este caso, se proclamaría campeón con, por ejemplo, un doblete de McLaren, siempre que sea Lewis Hamilton el que ocupe el segundo cajón del podio y Button el tercero. En caso de suceder a la inversa, habría que esperar a Japón, por lo menos. Si Vettel fuera segundo (puesto que ha ocupado solo cuatro veces esta temporada) como el año pasado, se complicarían bastante más sus opciones: no debería ganar Hamilton, Webber y Button tendrían que acabar quinto o peor y Alonso no podría pasar del octavo puesto.

Llevarse un bronce por primera vez este año también le da una opción de ser campeón, pero tiene que darse una carambola bastante remota: Hamilton no puede acabar por delante de él, Button y Webber no deben superar el séptimo puesto, ni Alonso el noveno.

No obstante, este circuito siempre ha sido escenario de sorpresas... y en muchas de ellas, ha estado Fernando Alonso inmiscuido, como el famoso 'Crahsgate' con el asturiano, Piquet y Briatore como protagonistas.