ENHORABUENA DON SIXTO
Actualizado: GuardarDeseo felicitar desde estas líneas a Don Sixto de la Calle, quien va a recibir este viernes la insignia de oro y brillantes del Xerez C.D., una condecoración que hasta el momento solo tienen en su poder Pepe Ravelo y Vicente Moreno. Hay que recordar que Don Sixto de la Calle fue el primer presidente del Xerez C.D., en 1947. Aunque yo en eso no estoy muy de acuerdo, pues el Xerez C.D., entiendo que en realidad es el C.D. Jerez que ya existía desde 1942, entonces filial del Xerez F.C. Cuando este equipo desapareció tomó el testigo como primer equipo de la ciudad en la campaña de 1946/47, pero entre que la afición estaba un poco quemada por la desaparición del Xerez F.C. y que el C.D. Jerez ese año se quedó a las puertas del ascenso a Tercera, lo que hizo Don Sixto acompañado de un buen puñado de aficionados al balompié fue refundar el C.D. Jerez , cambiando el orden de las siglas al club y así animar a los aficionados jerezanos a regresa r al Domecq. En cualquier caso, pienso que este reconocimiento es merecidísimo para este hombre, al que además le tocó enfrentarse en aquellos difíciles tiempos a los más altos estamentos del estado y al General Moscardó, entonces Ministro deDeportes, por aquella injusticia que sufrió el xerecismo al negar el ascenso a Tercera División al conjunto azulino por «el más alto interés nacional», concediéndole la plaza al España de Tánger. Don Sixto luchó y peleó todo lo que pudo, envió telegramas a todos los estamentos reclamando la plaza conquistada en el terreno de juego, aunque como todos sabemos, al final no se pudo conseguir hacer justicia. Opino además que este reconocimiento en la persona de don Sixto es extensible a todos los que formaron aquella primera directiva.
También deseo felicitar a la Fundación del Xerez C.D., por esta iniciativa y la invito a indagar entre las personas que han trabajado o trabajan para el club desde diferentes estamentos, bien como directivos, técnicos, jugadores o aficionados y hacer público ese reconocimiento a una labor de entrega a unos colores, en este caso el azul y blanco.