Los cuerpos fueron arrojados en una autovía frente a un centro comercial. :: EFE
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Detienen el tráfico para tirar en la calle 35 cadáveres en México

La Policía cree que sicarios a sueldo de El Golfo torturaron hasta la muerte a 23 hombres y 12 mujeres relacionados con un grupo rival

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Una nueva matanza en la ciudad mexicana de Veracruz, la tercera peor en los seis años de Gobierno de Felipe Calderón, volvió a conmocionar a una población ya estremecida por la escalada del crimen organizado. El horror se instaló la tarde del martes en una zona turística de la capital de este Estado bañado por las aguas del golfo de México. Sicarios enmascarados y armados pararon el tráfico para arrojar de dos camiones los cadáveres con signos de tortura y maniatados de 23 hombres y 12 mujeres.

Las autoridades los identificaron como miembros del cartel de 'Los Zetas', y creen que fueron asesinados por secuaces de El Golfo, una banda rival. Según las primeras investigaciones, la mayoría de las víctimas, entre las que hay un policía y varios menores, son parte de los 32 reos que se fugaron recientemente de tres cárceles. De ellos, catorce volvieron a ser apresados.

El fiscal de Veracruz, Reynaldo Escobar, confirmó el hallazgo junto a los cuerpos, tirados en un paso elevado frente a un centro comercial, de un mensaje contra 'Los Zetas' y «sus colaboradores». Añadió que «todos ellos tenían antecedentes penales y se dedicaban a actividades vinculadas al crimen organizado, tales como el secuestro, la extorsión, el homicidio y el narcomenudeo, entre otros delitos».

Viejos verdugos

Las víctimas fueron torturadas y murieron por asfixia, estrangulamiento y traumatismos, salvo una que fue abatida a tiros. El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, calificó el sangriento hecho de «aberrante e indignante», pero dijo que resulta «más lamentable» que las víctimas escogieran «dedicarse a extorsionar, secuestrar y matar».

Desde que Calderón asumió su mandato en diciembre de 2006, solo dos matanzas superan a ésta: la muerte de 72 inmigrantes en agosto de 2010, en Tamaulipas, y la de 52 personas en un casino en Monterrey, el pasado agosto. En conjunto, y pese a la presencia del Ejército en las zonas más conflictivas, cerca de 50.000 personas han perdido la vida en México a causa del crimen organizado.