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Los compradores de Nueva Rumasa cerrarán las bodegas que no sean viables
Tres directivos de Back in Business trasladaron ayer sus intenciones a los comités de empresa del Marco
JEREZ. Actualizado: GuardarUna nueva tormenta amenaza con descargar sobre el Marco de Jerez en forma de más desempleo en el sector bodeguero. Tres directivos de Back in Business -compradora del grupo de la familia Ruiz-Mateos- anunciaron ayer sus intenciones a los representantes de los comités de empresa de Nueva Rumasa en la zona y fueron muy claros al hacerlo: aquella empresa del grupo que no sea viable será liquidada.
Pero no se quedaron solamente ahí sino que les aseguraron a los estupefactos representantes de la plantilla que, además, sobra personal y que tomarán cartas en el asunto. «Van a estudiar la viabilidad y rentabilidad de las diferentes empresas del grupo y, si no dan beneficios, las liquidarán», aseguró ayer el responsable del sector de agroalimentación en CC OO, Luis Páez. «Está claro que vienen exclusivamente a ganar dinero», dijo. Al parecer, también aseguraron que iban a estudiar en detalle la aplicación de los dos expedientes de regulación de empleo, tanto el temporal como el extintivo, pendientes de aplicar en Bodegas Garvey.
Por parte de UGT, Francisca Romero apuntó que «los nuevos dueños van a intentar hacerse con la situación del grupo en el plazo de un mes e intentarán buscarle viabilidad a las empresas» pero que está claro que «no se van a cortar si hay que despedir o cerrar».
Al parecer, los directivos de Back in Business emplazaron a los representantes de las diferentes plantillas -entre los que también se encontraban representantes del colectivo de prejubilados de Garvey- a otro encuentro más que se celebrará la próxima semana, aunque no han trascendido más detalles.
Según adelantó Radio Jerez, las bodegas que podrían encontrarse en esas circunstancias en el Marco son Valdivia y Sandeman. Es más, la intención con estos ajustes es apostar por las bodegas más grandes y potentes para que puedan mantener su actividad económica. Las medidas conllevarían también, según la emisora, reducciones de los sueldos más elevados.
Además de las dos citadas, las bodegas de Nueva Rumasa en el Marco de Jerez son Garvey (complejo Bellavista) y Zoilo Ruiz-Mateos, además de la sanluqueña Teresa Rivero (antigua Caydsa). La familia también impulsó en Jerez la creación de la Fundación Teresa Rivero, de carácter cultural y benéfico, que de momento ha suspendido sus actividades y permanece cerrada al público.
Dudas
Sin embargo, los representantes de los dos sindicatos coincidieron al expresar las mismas dudas respecto a la legitimidad del proceso, dada la declaración de concurso de acreedores y la falta de información sobre la operación de compraventa, cifrada en 1.500 millones de euros. «Lo ponemos todo en cuarentena porque quién toma las decisiones es la jueza y los administradores concursales», indicaron. Los representantes sindicales siguen sin tener constancia oficial de que la compraventa se haya producido y en qué términos se ha hecho. Es más, los tres directivos que ayer estuvieron en la reunión «no se acreditaron» aunque «su actitud era la de que son los dueños».
«Hasta la semana pasada, ni siquiera la jueza Orellana ni los administradores sabían nada acerca de la venta de Nueva Rumasa por lo que es lógico que nos surjan dudas», dijo Páez. Al parecer, los propios directivos de la empresa compradora aseguraron que entregarán toda la documentación a la titular del Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Cádiz mañana viernes y que se reunían en breve -si no lo han hecho entre ayer y la mañana de hoy- con los administradores concursales.
Una vez que los representantes de Back in Business se acrediten como compradores de Nueva Rumasa, los sindicatos CC OO y UGT pedirán la documentación pertinente al juzgado y solicitarán una reunión con ellos «para ver por dónde va a pasar el futuro de las bodegas», insistieron. Si se confirman las intenciones de los nuevos dueños, se avecina «otro palo para el Marco de Jerez», dijeron desde Comisiones Obreras.
Mientras tanto, desde Nueva Rumasa guardan silencio al respecto aunque este martes era el propio José María Ruiz-Mateos el que aseguraba a través de una carta dirigida a los inversores del grupo que la venta a la sociedad propiedad de Ángel de Cabo «es lo más conveniente para reactivar la producción y la actividad de las compañías y, como consecuencia, mantener los puestos de trabajo y garantizar el pago a acreedores e inversores», tal y como publicó LA VOZ en su edición de ayer.
Por otra parte, los sindicatos apuntaron también ayer que «la familia está desaparecida e ilocalizable desde hace algún tiempo». Las bodegas del Marco de Jerez son las únicas que mantienen su gestión en manos de los Ruiz-Mateos aunque estén en concurso de acreedores, una circunstancia que no agrada a los sindicatos del sector. De hecho, sus representantes han solicitado a la jueza Nuria Orellana que se la retire, como ha ocurrido en otras empresas del grupo.