El último alijo de la banda del Diarrea terminó hundido en un canal

Las primeras detenciones de la operación que ha acabado con la supuesta banda de narcotraficantes liderada por Francisco Javier Vargas Gálvez, 'El Diarrea', tuvieron lugar hace dos semanas con una espectacular persecución, propia de una película, que acabó con parte de los arrestados (y los fardos) en el fondo de un canal, cuando trataban de huir de la Guardia Civil en la provincia de Sevilla.

Las pesquisas en torno a esta supuesta banda comenzaron meses antes y permitieron descubrir que planeaban introducir en septiembre un alijo por el río Guadalquivir hasta Isla Mayor (Sevilla). Ya lo habían intentado otras veces, pero sin éxito. Por ejemplo, en junio, lanzaron la droga al mar y abandonaron la lancha cuando sospecharon que la Policía y la Guardia Civil los seguían. Hace dos semanas, en cambio, los narcos no se percataron del dispositivo que se desplegó a lo largo del Guadalquivir, tras la pista de una embarcación de 14 metros de eslora y dos motores que debía traer supuestamente la droga desde Marruecos. Los narcos no salieron de Sanlúcar, sino de la misma Isla Mayor, de la que partió la lancha escoltada por dos pesqueros para despistar el SIVE. De madrugada, un helicóptero de la Guardia Civil detectó la neumática cuando regresaba río arriba, con cinco personas a bordo (algunos ciudadanos marroquíes) y cargada de bultos, y la siguió de cerca hasta la provincia de Sevilla. Cuando los narcos comenzaron a desembarcar la droga en Isla Mayor, los guardias civiles se lanzaron sobre ellos. Algunos trataron de escapar en una furgoneta, campo a través, pero de noche y con el helicóptero sobre ellos, acabaron en el fondo de un canal. Aunque huyeron a pie, se localizó a nueve personas. El décimo detenido fue el dueño de la furgoneta, que acudió a la Guardia Civil fingiendo que se la habían robado. Días más tarde, cayó el resto de la banda (19), entre ellos, El Diarrea. Veinticuatro de los 29 detenidos han sido enviados a prisión.