El Vaporcito lleva hundido en el puerto de Cádiz desde el pasado 30 de agosto. :: L. V.
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La Autoridad Portuaria da un plazo de 48 horas para reflotar el Vapor

Si el rescate no se produce entre hoy y mañana, los armadores tendrán que hacerse cargo del coste de la operación

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Hasta el momento, las administraciones implicadas en el reflotamiento del Vaporcito de El Puerto han hecho gala de una paciencia que ayer definitivamente se agotó. Varias voces han advertido en los últimos días de que un tiempo excesivo bajo las aguas del Atlántico en el puerto de Cádiz podría ocasionar unos desperfectos en el barco que serían difíciles de reparar. Aún así, desde que hace una semana los armadores del barco presentaran el plan de reflotamiento del mismo, nadie ha movido un dedo para sacar la motonave a la superficie, y eso que ya hace días que se recibieron los vistos buenos de las tres entidades que debían revisar la documentación presentada: Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), Capitanía Marítima y Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Esto ha sido así hasta ayer mismo, cuando finalmente la Autoridad Portuaria decidía remitir un requerimiento a los propietarios del Vapor para que procedan al reflotamiento del barco en un plazo máximo de 48 horas. La notificación se registró ayer con hora de salida aproximada a las 14.00 horas, por lo que la conclusión de este plazo es el mediodía de mañana jueves.

En el escrito de la APBC se avisa a los propietarios del Adriano III que deben proceder a la remoción de la embarcación en ese plazo de tiempo y en los términos contenidos en el plan de reflotamiento aprobado el pasado 14 de septiembre, según informaron fuentes de este organismo.

La Autoridad Portuaria advierte al armador en su escrito que en caso de no hacerlo en ese plazo, la propia institución gubernamental podrá utilizar para la remoción del buque hundido los medios de ejecución forzosa previstos en el ordenamiento jurídico, lo que obligaría al propietario a sufragar los gastos ocasionados.

De esta forma, sería la APBC la que se haga cargo de los gastos del rescate del barco en primera instancia, pasando luego la factura correspondiente a los armadores. De cualquier forma, desde la Autoridad Portuaria se deja claro que «de principio a fin quien tiene la obligación de hacer frente a los gastos del rescate son los dueños del barco», otra cosa es la fórmula que estos usen para hacerlo.

Hasta ahora se daba por hecho (también lo hacían los propietarios del barco), que será la empresa pública Tragsa la que se encargará de financiar el reflotamiento, puesto que ha sido esta la que hasta el momento ha encargado todos los trabajos previos para poder llevar a cabo la operación y ha contactado tanto con la empresa de trabajos subacuáticos como con la de grúas que se encargará de levantar el pecio.

No obstante, esta cuestión no termina de estar clara después de que los ministerios de Medio Ambiente y Fomento decidieran hace unos días desligarse de la operación de financiación tras conocer que la intención de los armadores es renunciar a seguir con la línea de transporte marítimo entre la capital y la localidad portuense que la embarcación viene realizando desde hace varias décadas. Ayer mismo el consejero de Cultura, Paulino Plata, dijo en Cádiz que la Junta velará porque se aplique la Ley de Patrimonio Histórico, pero dijo que el futuro uso del barco «dependerá de que haya algún empresario interesado en recuperar la ruta», algo que, aclaró, «será difícil de hacer con el barco actualmente hundido» por el estado en que se encuentra.