La pericia del piloto del helicóptero siniestrado evitó la tragedia en San Juan

La habilidad y la experiencia con que el piloto del helicóptero siniestrado en El Puerto realizó el aterrizaje forzoso evitó la tragedia. Dos de los ocupantes, Pieter Matthy Johanes y Polf Ingo Muller, de 49 y 43 años, permanecen hospitalizados, aunque su estado no reviste gravedad. La aeronave aún se encuentra en el Aeropuerto de Jerez a la espera de que los técnicos de Fomento analicen las causas del accidente.

El helicóptero de la empresa Traffics contaba con la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, dependiente del Ministerio de Fomento, y el vuelo estaba siendo controlado por el Aeropuerto de Sevilla, ya que el de Jerez no está preparado para este menester. Su director, Rafael De Reina, confirmó que la empresa Traffics había presentado su plan de vuelo a la torre de control del aeropuerto militar de Sevilla que estaba realizando el seguimiento del helicóptero desde hacía varios días. Al parecer sus ocupantes habían estado grabando imágenes aéreas de otras localidades en días pasados antes de llegar a la provincia de Cádiz. Una vez en el espacio aéreo de Jerez y El Puerto, Sevilla cedió sus competencias a la torre de control de la Base Naval de Rota, que estaba realizando la vigilancia en el momento del accidente.

De Reina aseguró que sobrevolar las ciudades está muy restringido precisamente por el peligro de accidentes. «Pero en estos casos, cuando se trata de mostrar una ciudad con fines turísticos, se suele conceder una determinada autorización para que puedan hacer su trabajo».

Por otro lado, el director del Aeropuerto de Jerez, aseguró que la empresa Traffics está muy especializada en trabajos aéreos y cuenta con pilotos de dilatada experiencia. De hecho, en su opinión de experto, aseguró que de no ser por la pericia del piloto, el accidente podría haber tenido consecuencias más graves y puso como ejemplo el sucedido ayer en Granada, con tres personas fallecidas. «También influyen otros factores como el viento, la temperatura, la velocidad, el tipo de aeronave...». Por otro lado, otras fuentes destacaron que el helicóptero cayó sobre el asfalto de la calle San Juan en una posición transversal , sin apenas tocar las viviendas. De haber chocado las aspas de la cola contra alguna fachada, la presión podría haber desembocado en la explosión del motor -con el tanque lleno de combustible- y con ello, en daños de mayor magnitud e incluso en fallecimientos.

Se desconocen las causas

Esto suma argumentos a la tesis de que el piloto sabía muy bien lo que hacía cuando intentó aterrizar sin éxito en la azotea de la casa parroquial de la Iglesia Mayor Prioral. La alambrada de la misma, que quedó completamente doblada por el peso del helicóptero, también amortiguó la caída de la aeronave que permanece en el Aeropuerto de Jerez. Su director aseguró que están a la espera de llegue la comisión técnica de Aena que evalúe el estado en que se encuentra y las causas del accidente. En cualquier caso, según De Reina, el helicóptero está en estado de siniestro total e irrecuperable.

En otro orden de cosas, el alcalde, Enrique Moresco, informó de que dos de los accidentados siguen ingresados. Uno de ellos, en observación del hospital Santa María del Puerto y el que presentaba mayores daños en la UCI de Puerto Real, sedado y estable. El tercero fue dado de alta el mismo día del accidente. El regidor alabó la rápida coordinación de los efectivos de seguridad, sanitarios y Bomberos en una situación completamente insólita e inesperada. «Los policías me dijeron que nos los preparan para cuando caiga un helicóptero en el centro de una ciudad».