Obama se dirige al Despacho Oval, tras haber realizado ayer una intervención en los jardines de la Casa Blanca. :: EVAN VUCCI / AP
crisis en eeuu

Obama solo firmará un plan antidéficit con más impuestos a los millonarios

La idea del presidente de EE UU de gravar más a las rentas más altas no tiene posibilidad de prosperar, dada su minoría en el Congreso

WASHINGTON. Actualizado: Guardar
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El Barack Obama de la campaña electoral resurgió ayer en los jardines de la Casa Blanca con el tono que le diera fama de buen orador hace tres años. Este Obama vuelve a ser el adalid de la clase media, azote para los ricos, pero por mucho que su tono indicase que no transigirá en ningún plan contra el déficit que no incluya subir los impuestos a los más privilegiados, el calendario electoral y su situación en el Congreso hacen pensar que sus palabras quedarán en papel mojado.

«Todo el mundo, incluyendo a los más ricos y las grandes corporaciones, tiene que pagar su cuota justa», defendió ayer. El presidente propone acabar con las reducciones de impuestos temporales que el gobierno de George W. Bush diese hace una década a los sectores más acaudalados de la sociedad, que volverían a pagar lo mismo que en los años noventa. En esa década el gobierno de Bill Clinton presidió la era más larga de crecimiento económico en la historia del país y logró convertir el déficit en superávit.

La propuesta que afectaría a los personas que ganan más de 200.000 dólares al año y a las parejas que ganan más de 250.000 permitiría ahorrar al gobierno 800.000 millones de dólares, más de la mitad de los 1,5 billones que pretende recaudar con la subida de impuestos. El resto procedería sobre todo de una reforma del sistema fiscal para cerrar las lagunas que permiten a las grandes corporaciones burlar al fisco. General Electric, la sexta mayor de EE UU, no solo no pagó nada a final del año pasado sino que obtuvo una devolución, a pesar de haber registrado más de 14.000 millones de beneficios.

La iniciativa de aumentar la presión fiscal de los ricos viene avalada por algunos de los más prominentes, como Warren Buffett, que ha demostrado públicamente que paga un porcentaje menor que su secretaria o cualquier otro empleado de su oficina.

«No hay justificación para eso», afirmó Obama. «No está bien que en EE UU un profesor que gane 50.000 dólares al año deba pagar más impuestos que alguien que gana 50 millones».

Mientras la oposición le acusa de iniciar «una guerra de clases» con su propuesta, Obama prefiere llamarlo «matemáticas». «Nadie quiere castigar el éxito en EE UU pero me niego a creer que pedirle al director de un fondo de inversión de riesgo que pague el mismo porcentaje de impuestos que un bombero pueda llamarse guerra de clases. Yo creo que es simplemente hacer lo correcto», explicó.

Acercamiento equilibrado

Su secretario del Tesoro Tim Geithner cree que además será lo adecuado para la economía. «Este acercamiento equilibrado dará la capacidad de permitir que continúen los recortes de impuestos para las clases medias y si se pone en marcha todo el programa que hemos creado podremos reducir el déficit a alrededor del 2,3% del PIB al final del periodo (de diez años)», aseguró en declaraciones posteriores.

Pero el plan de Obama no tiene ninguna oportunidad de salir adelante a no ser que cuente con el apoyo de la oposición, que tiene mayoría en la Cámara Baja. El líder del Partido Republicano John Boener ha sido tajante al declarar que la única salida posible a la deuda son los recortes a todos los sectores, desde educación a sanidad. «Eso truncaría nuestra competitividad y nuestra capacidad para crear empleo en el futuro y supondría pedir más sacrificios para los jubilados, la clase media y los pobres, sin pedir nada a los ricos y a las corporaciones», contraatacó Obama. «No apoyaré ningún plan que ponga todo el peso de cerrar el déficit en los americanos de a pie y vetaré cualquier ley que cambie los beneficios de quienes confían en Medicare (jubilados) sin aumentar seriamente las recaudaciones pidiendo a los ricos y a las corporaciones que paguen su cuota justa», prometió el presidente.