TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

Retornos del Cagalera y otras historias

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En la historia gaditana, hay personajes cíclicos. El Cagalera es uno de ellos. De hecho, Juan Manuel Vargas Tejero -ese es su nombre verdadero- viene siendo uno de los más activos emprendedores del narcotráfico gaditano en lo que llevamos de siglo. En 2003, se le detuvo -tanto a él como a su hijo Francisco Javier Vargas Gálvez, apodado 'El Diarrea'-, como cabecilla de una organización de traficantes de hachís que implicaba al menos a otras 16 personas y que fue plenamente reconocida por el Tribunal Supremo seis años después, en una sentencia que les condenaba a cuatro años y medio de prisión.

Las investigaciones partieron del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz y se centraron sobre la ruta del hachís a través de Sanlúcar, en un puente que iba desde Marruecos al Guadalquivir. Ahora, ambos vuelven a figurar entre las 23 personas detenidas esta semana en ese mismo ámbito. En esta ocasión, se trata de una operación coordinada entre la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz y efectivos del Greco (Grupo Especial de Respuesta Contra el Crimen Organizado) de la Policía Nacional de Jerez y de la Costa del Sol. Claro que el pistoletazo de salida para esta redada se habría producido en Huelva, cuando los agentes lograron abortar hace poco un importante alijo de hachís.

Algo similar a lo que ocurría, por cierto, al amanecer del último jueves, en Algeciras. Fueron también agentes del Greco de la Costa del Sol los que detuvieron allí, en la calle Lebreles próxima a la carretera de Getares, a dos marroquíes: Mohamed Youssef Ahmed, de 31 años de edad, y Asiz Ahmed Alí, de 41. Incluso llegaron a oírse disparos en torno a este golpe policial contra el tráfico de hachís, que alcanzó también a las ciudades de Oviedo, Málaga, Sevilla y Cádiz. Se le ha bautizado como la 'Operación Celda' y en la misma participan agentes de la Policía y de la Guardia Civil. Si a todo ello añadimos la localización de 450 kilos de cocaína en cargamentos de plátanos llegados desde Ecuador hasta el puerto de Algeciras, en contenedores llevados luego a naves en San Roque, comprobaremos que la provincia aún es un puntal indispensable para el tráfico internacional de estupefacientes. En este último caso, fueron detenidas inicialmente cuatro miembros de una banda que operaba en Cádiz, Murcia y Madrid.

Por no hablar de las detenciones que se han seguido practicando esta semana en El Puerto de Santa María y que siguen a las investigaciones seguidas tras los viejos enfrentamientos entre distribuidores locales de coca, los clanes conocidos como los Bermúdez o los Aoño, en un circuito que enlazaría con la sierra y con Madrid.

El problema es que mientras la crisis parece incrementar el narcotráfico y abarata incluso el salario de alijadores -de 4000 a 3000 euros- o de camellos, las Coordinadoras contra la Droga, que tanto hicieron por frenar a la mafia y a las drogodependencias en la provincia, se encuentran en vías de extinción. La pionera de todas ellas 'Despierta', en La Línea, tan solo emplea en la actualidad a dos personas a media jornada, tras el incumplimiento de los tres últimos convenios por parte del anterior gobierno municipal: «A veces, es preferible no firmar convenio alguno con los ayuntamientos porque al menos así no te comprometes a gastar lo que no vas a tener». La ironía se masca en las palabras de Francisco Mena, presidente de la Federación Provincial de Coordinadoras contra la Droga que en la actualidad siguen dando la batalla, sin apenas ingresos, en Cádiz, a través de la Asociación de Enfermos Duales, Jerez, Chiclana, Sanlúcar, las dos de Barbate o la de Barrio Vivo, en Algeciras, que actualmente es atendida tan solo por voluntarios. Las de Tarifa y Castellar, tanto con los anteriores alcaldes como con los actuales, han logrado hacer valer sus convenios y no presentan problemas de supervivencia.

En lo que se refiere al apoyo de la Junta de Andalucía, tampoco hay que tirar cohetes. Las convocatorias de ayuda de este año, que no solo incluyen a las coordinadoras sino a muchos otros colectivos sociales, vienen demorándose desde febrero y al día de hoy aún se desconoce si habrá o no. ¿Cómo ejecutar un presupuesto si en septiembre aún no saben si tendrán liquidez? Ya pasó con los talleres derivados de este mismo movimiento asociativo, que desaparecieron hace un par de años, dejando sin puerta de salida a muchos extoxicómanos. ¿De qué sirve sacarles de la adición si la única alternativa que tendrán será volver al paro y al barrio? Al menos sigue adelante el proyecto 'Barrio de Todos', que se puso en práctica hace dos años por iniciativa del Ministerio de Trabajo y de Inmigración y de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía. Distintas barriadas de Algeciras se encuentran contempladas dentro de ese proyecto, que por este año tiene al menos financiación hasta el 23 de diciembre, aunque está por ver si el futuro Gobierno lo mantendrá o también le meterá la tijera de la crisis.

Y, mientras, en la calle repuntan drogas baratas como el alcohol o la heroína, que ya no se inyecta en vena como en los 70, sino que se fuma o se esnifa. Hacía mucho que no se veía un kilo de caballo en la calle y sendas operaciones en Algeciras y La Línea han dado con sus siniestros relinchos. Ojalá su galope no vuelve a matar a mansalva como ocurría cuando las coordinadores surgieron para ponerle freno a la desdicha.