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Palestina quiere tratar a Israel de tú a tú
Abbas «necesita» ser miembro de la ONU para proseguir con el proceso de paz
Actualizado: Guardar194 es el número del asiento que Palestina espera ocupar como nuevo estado miembro de pleno derecho de Naciones Unidas. El presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas, hizo oficial su intención de solicitar la próxima semana en Nueva York el reconocimiento en el transcurso de la Asamblea General de Naciones Unidas. El dirigente palestino argumentó su posición basándose en que «lo tenemos todo: tenemos democracia, libertad, transparencia... Solo tenemos una cuestión pendiente: necesitamos tener membresía plena en Naciones Unidas con las fronteras de 1967 para ir a las negociaciones a solucionar todos los asuntos permanentes», en alusión directa a los problemas existentes con Israel y al hartazgo de la OLP por el fracaso de los últimos procesos negociadores que no han logrado frenar la construcción de asentamientos en suelo palestino.
La llamada de Abbas fue aplaudida por sus seguidores en Cisjordania, pero recibió las críticas de los responsables de Hamas. El portavoz del grupo islámico que controla la franja de Gaza, Fawzi Barhoum, declaró nada más concluir el discurso que «no se trata más que de un gesto de márketing para retomar las negociaciones con Israel» y adelantó que su formación «no respaldará una medida basada en el reconocimiento del estado israelí y que no aborde el derecho al retorno a su tierra de los palestinos».
En el transcurso de su intervención televisada en directo desde Ramala, Abbas fijó la cita en Nueva York como un punto de inflexión ya que «han pasado cientos de resoluciones y recomendaciones (de la ONU) que no han servido para nada. Ahora vamos a demandar a la organización nuestro derecho legítimo a la membresía» para «poner fin a la tortura y poder disfrutar de nuestros derechos y nuestra libertad en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén Este como nuestra capital».
El órdago palestino en la escena política irá acompañado de «manifestaciones y movilizaciones pacíficas» en las calles, según el presidente de la OLP, que quiso rebajar las expectativas y la euforia ya que este movimiento no garantiza que «vayamos a regresar de Estados Unidos con la independencia».
Aunque la propuesta del sucesor de Yaser Arafat obtuviera la aprobación de la Asamblea -hasta el momento más de 120 estados le reconocen como país, por lo que podría lograr los dos tercios necesarios en una votación-, necesitaría después el visto bueno del Consejo de Seguridad, donde Washington ya ha adelantado que vetará la medida. Abbas no aclaró cuál será su estrategia tras esta negativa, pero hizo un guiño al presidente Barack Obama recordándole su discurso de hace un año en el que hizo referencia a la creación del Estado palestino y su incorporación plena a la ONU.
«Graves consecuencias»
Tras los problemas internos generados por el movimiento de ciudadanos indignados con la política doméstica del Gobierno de Benjamín Netanyahu y la complicada situación internacional tras el deterioro de las relaciones con países que hasta ahora eran socios como Turquía, Egipto y Jordania, el anuncio de Abbas se suma a la lista de preocupaciones de las autoridades de Tel Aviv que declinaron realizar una respuesta oficial, pero que a lo largo de los últimos días han mostrado su oposición frontal al reconocimiento de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU.
La diplomacia europea, con Catherine Ashton a la cabeza, y enviados de Estados Unidos intentaron convencer a los dirigentes de Ramala para que optaran por una vía intermedia que sirviera para mejorar el actual estatus palestino, pero sin llegar a la membresía plena, pero no tuvieron éxito. A comienzos de semana, el responsable de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, amenazó con «graves consecuencias» si la ONU acepta finalmente a Israel y sus colaboradores más cercanos abogaron por acelerar el ritmo de construcción de asentamientos en Cisjordania y anexionarlos definitivamente.