Soldados israelíes ordenan retirarse a los participantes en una protesta en un puesto de control de la ciudad de Hebrón. :: HAZEM BADER / AFP
MUNDO

EE UU intenta forzar el 'no' a la OLP

Despliega su maquinaria diplomática para evitar que la Asamblea General de la ONU reconozca a Palestina como Estado observador

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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El mismo día en que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) puso fecha a su petición para ingresar en la ONU, Estados Unidos decidió redoblar esfuerzos para impedirlo. La estrategia de Washington pasa por poner sobre la mesa una nueva hoja de ruta para obtener el reconocimiento del Estado palestino por la vía de las negociaciones con Israel, en lugar de la votación de la Asamblea General de la ONU, que sería algo simbólico.

«Todos sabemos que no importa lo que ocurra en la ONU», explicó la secretaria de Estado Hillary Clinton, «porque al día siguiente no va a traducirse en el tipo de cambios que Estados Unidos desea ver para avanzar hacia la solución de dos Estados que apoyamos firmemente». Su departamento ha llevado a la región a David Hale, junto con el enviado del Consejo de Seguridad Nacional Dennis Ross. Allí se sumarán al ex primer ministro Tony Blair y la jefa de la política exterior europea Catherine Ashton, que ya se encuentran negociando por parte del Cuarteto.

En realidad la tarea más dura para EE UU es convencer al país al que intenta ayudar, Israel, que teme quedarse aún más aislado si la Asamblea General de la ONU otorga mayoritariamente a Palestina el reconocimiento de Estado observador.

Para que los palestinos acepten renunciar a su demanda tienen que encontrar sobre la mesa un verdadero plan de paz, pero lo que Israel está dispuesto a ceder hasta ahora resulta, en palabras de los palestinos, «ofensivo». Cuando la semana pasada 'The New York Times' consultó a un alto funcionario palestino sobre la opinión que le merecía el plan que se le había presentado, la voz al teléfono era iracunda. «Quienquiera que haya escrito eso piensa que o somos tan débiles que no podemos ni maniobrar o que somos tontos», dijo Nabil Shaath al rotativo neoyorquino.

Doble oportunidad

Para quienes observan los movimientos palestinos en la ONU, no cabe duda de que la delegación carece aún de ideas claras sobre lo que quiere hacer y aún más de la preparación diplomática para llevarlo a cabo. «Una resolución es algo que toma tiempo, hay que negociar el lenguaje, cada palabra cuenta, y yo todavía no he visto ningún borrador», dijo ayer Nassir Abdulaziz al-Nasser, presidente de la Asamblea General de la ONU, cuando se le preguntó por las fechas anunciadas

El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyad al-Maliki, dijo el martes que presentarán la petición al Consejo de Seguridad de la ONU el próximo jueves 22, a sabiendas de que EE UU impedirá que prospere mediante su derecho a veto. Al día siguiente, sin embargo, el presidente palestino Mahmud Abás aprovechará su intervención en la Asamblea General para pedir el voto de este órgano, donde no existe el derecho a veto y puede obtener fácilmente la mayoría simple, aunque no consiga los mismos derechos que a través del Consejo de Seguridad.