El chaleco antibalas salva la vida a un policía en Madrid

Una identificación rutinaria en las cercanías de la mezquita de la M-30 de Madrid acabó con tres policías en prácticas heridos de gravedad con importantes cortes de machete, pero pudo ser mucho peor. El chaleco antibalas de uno de los agentes le salvó la vida. El suceso ha encendido la polémica entre el Ministerio del Interior y los sindicatos del cuerpo, que denunciaron que el chaleco que salvó la vida al agente se lo había pagado él mismo de su bolsillo.

Un nigeriano de 40 años, con antecedentes, disparó a bocajarro a los funcionarios tras arrebatarle a dos de ellos sus armas. Todo comenzó a las 11.15 horas. Dos agentes de Seguridad Ciudadana se acercaron al subsahariano, al que pidieron que se identificara. El extranjero, muy alterado, sacó un machete y se abalanzó contra uno de los funcionarios, de 22 años, al que logró herir en el hombro izquierdo y en la cabeza. Durante el forcejeo, el nigeriano logró arrebatar la pistola a la compañera del herido, otra alumna, aunque no llegó a disparar en ese momento.

Tras esta primera agresión, el inmigrante huyó perseguido por los dos agentes atacados y otros dos funcionarios de una patrulla cercana. Estos últimos trataron de interceptar al individuo, que, de nuevo, logró apuñalarles. El africano también logró apropiarse del arma reglamentaria de uno de los agentes. Con esa segunda pistola disparó a bocajarro al pecho al agente de 32 años, que llevaba chaleco antibalas. Aun así, el policía sufrió un fuerte traumatismo.