Golpe de autoridad de Merkel
La mandataria llama a evitar las especulaciones y reclama al Gobierno de Atenas que cumpla con los compromisos adquiridos
BERLÍN. Actualizado: GuardarUna semana después de prometer ante el pleno del Parlamento Federal que la misión central de su Gobierno en la presente sería impedir que la crisis de la deuda pusiera en entredicho la estabilidad y el futuro del euro, la canciller Angela Merkel tuvo que recurrir ayer a una emisora de radio para enviar un mensaje de tranquilidad a Europa y a los mercados, que comenzaron a especular desde el lunes pasado con una eventual quiebra de Grecia.
«Creo que el mejor favor que podemos hacerle a Grecia es no especular, sino alentarle a cumplir con los compromisos que ha adquirido», dijo Merkel a la emisora pública RBB-Inforadio de Berlín. «El primer mandamiento debe ser evitar una insolvencia incontrolada, ya que no solo afectaría a Grecia, sino que existe el gran peligro de que alcance a todos, o por lo menos a unos cuantos países» añadió.
La canciller también se vio obligada a salir al paso de una tormenta mediática que desató su ministro de Economía, Philipp Rösler, quien apostó, desde las páginas del periódico 'Die Welt', por una insolvencia ordenada de Grecia, ya que el fracaso de las reformas griegas habría erosionado la confianza de los ciudadanos y de los mercados. «Para estabilizar el euro no podemos permitirnos límites en nuestros planteamientos», escribió el ministro. Las declaraciones de Rösler, que también es presidente del Partido Liberal y detenta el cargo de vice-canciller, desataron una ola de especulaciones sobre una eventual suspensión de pagos de Grecia, pero también pusieron en entredicho la credibilidad de la propia jefa del Gobierno germano, que había prometido convertirse en la salvadora del proyecto comunitario y de la divisa común.
La confusión que provocó el documento firmado por Rösler se convirtió casi en un abierto desafío a la autoridad de la canciller, cuando llegaron a Berlin unas declaraciones del jefe del Gobierno regional de Baviera, Horst Seehofer, quien sugirió que el mejor camino para acabar con la crisis era expulsar a Grecia de la eurozona. «Es un paso que no puede rechazarse a priori», dijo el político bávaro Durante la entrevista que difundió la emisora RBB-Inforadio, la canciller no mencionó en ningún momento el nombre de su ministro ni tampoco el de su aliado bávaro, pero eligió el camino de la confrontación para apagar el fuego que provoco el texto firmado por Rösler. «Todos deben medir ahora sus palabras con suma precaución. Lo que no necesitamos es nerviosismo en los mercados financieros, ya que la inseguridad es demasiado grande», dijo Merkel.
Las ideas expresadas por Rösler, que encontraron eco positivo en la CSU de Baviera fueron rechazadas también por Frank-Walter Steinmeier, el jefe del grupo parlamentario del SPD, quien acusó al ministro de «incompetente» y pronosticó el fin anticipado de la coalición, si la canciller no era capaz de poner orden en las filas de la alianza.
Aún no esta claro si Merkel lo logrará, pero ayer insistió en que hará todo lo posible para impedir una suspensión de pagos desordenada de Grecia, para evitar lo que califico como un «efecto dominó» en la zona euro. Pero Merkel no descartó la posibilidad de que se produzca un proceso de «quiebra ordenada» a más tardar en 2013 cuando comience a funcionar el mecanismo de rescate permanente del euro, que permitirá la movilización de unos 720.000 millones de euros entre préstamos y avales.la crisis de la deuda.