Ratas en el paraíso
Actualizado: GuardarMontarán el enésimo round en el frontón de las vanidades electorales. Pero nos bañamos todos. Es el parque de todos. Nadie parece asumir y, mucho menos, trata de remediar. Ayuntamiento, Junta, Gobierno y, también, usuarios, ciudadanos, guarros en porcentaje creciente con educación menguante. La aparición de ratas muertas, perros decapitados y todo tipo de ascos en plena playa, en pleno verano, puede ser un accidente o responder a una pésima y crónica política de gestión de vertidos, se verá. Pero más allá del episodio, indiscutiblemente grave y presuntamente aislado, la certeza de que la playa está cada vez peor, de que la nota que le pone cada uno es cada vez más baja, es omnipresente. Al margen de banderas. Lo que cada cual ve cuando va. Y como dice un empresario hostelero, aquí solo queda una empresa. Se llama Sunshine Corporation. Podemos cagarla también. Somos capaces. Eso sí, lo importante es señalar a un culpable de un complot.