DESAYUNOS PARA NIÑOS

Muchos niños empiezan mañana el colegio. Es, sin lugar a dudas, un día importante para ellos. Cada vez se cuidan más detalles y uno se alegra, especialmente en estos días en los que se pone en duda el trabajo de los profesores, que se tengan en cuenta parcelas tan importantes a mi parecer como son, por ejemplo, el desayuno. Siempre he defendido, y no lo digo de cachondeo, que los niños y las niñas deberían recibir clases de cocina, de planchá y de vida cotidiana ya desde pequeños porque así se les acostumbra a llevarlas a cabo y luego no se asusten en la adolescencia porque un huevo frito salpica al freirse.

A mi sobrino le han dado una lista en la que le dicen lo que tiene que llevar cada día para desayunar, porque todos desayunan juntos en la clase. El primer día deben llevar un bocadillo con un zumo. Aquí viene ya mi primera alegría. A los chiquillos no le dijeron un 'shangüi', sino un bocadillo y además el relleno es libre, es decir que vale el de tortilla. Otro día deben llevar un yogur, otro día una pieza de fruta con un batido y un cuarto día otra cosa que ahora mismo no recuerdo, pero que era también sana. Los viernes, por su parte, los pequeños pueden escoger lo que quieran dentro de las posibilidades de las jornadas anteriores, es decir, nada de comida basura ni de bollería de ésa que lleva chunga hasta la guinda que le ponen encima.

Es muy importante que los pequeños aprendan a comer desde pequeños y que en el colegio reciban una alimentación adecuada. Sirve así para contrarrestar la publicidad que reciben a diario y que les incita constantemente a comer guarrerías considerables.

Pero la alimentación no solo es responsabilidad de los colegios, es también responsabilidad de los padres de los niños en cuestión y éstos también deben cuidarla en sus respectivascasas. De nada sirve el trabajo en clase si después el niño se alimenta exclusivamente de pollo empanao, croquetas y trozos de pizza recalentada y para colmo recibe como premio de sus padres ir a un Macpolla de esos, a comerse unas papas que no están fritas precisamente en aceite de oliva. Si a pesar del esfuerzo que se hace en los colegios identificamos comida basura con premio, como algo bueno, lo que se hace con el desayuno no habrá servido para nada. De premio, mejor una cuñita de queso payoyo.semicurado.