CARTAS A LA DIRECTORA

La motosierra de Blanco

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Existen políticos que aún no se han percatado de la mala imagen que proyecta este gremio sobre la sociedad, de tal manera que en vez de preocuparse por desterrar tan alarmante visión se esfuerzan por conseguir ampliarla. Uno de estos políticos es José Blanco, ministro de Fomento, que en realidad lo único que viene fomentando es la crispación. Por emplear una expresión benévola diré que este mitinero estuvo bastante 'desafortunado' cuando utilizó el pasado viernes día 2 la metáfora de la 'motosierra'. En democracia importan, y mucho, las formas, por eso los políticos que ocupan cargos muy relevantes en las instituciones del Estado, vienen obligados a mantener dichas formas; por otro lado los gobernantes que han ostentado el poder durante 8 años, tienen el deber ineludible de explicar a los ciudadanos las gestiones que han realizado y los logros conseguidos, deber éste que no se puede sustituir con ocurrencias inoportunas. A sólo unas horas de conseguir un consenso importante en el palacio de la Carrera de San Jerónimo, las declaraciones de Blanco vienen a escenificar que la alianza entre los dos grupos mayoritarios del Congreso tiene un carácter coyuntural, forzada por una situación límite que era necesario atajar para atender las demandas de Merkel, Sarkozy, Trichet, que son los que verdaderamente mandan en Europa, quedando el 'zapaterismo' relegado a una situación residual y subordinada. España está sobrada de políticos charlatanes e ineptos, cuando lo que necesitamos son líderes que nos ayuden a superar las actuales dificultades, que vienen originadas por la orgía de subvenciones incontroladas y el despilfarro clientelar del gasto público, sostenido por las instituciones que durante años han funcionado a base de créditos en la creencia de que nunca se iba a cerrar el grifo del dinero prestado. La política maquiavélica de ser un gran 'simulador' y 'disimulador', con la sonrisa como una máscara y el talante como una excusa, ha terminado descubriéndose como una farsa macabra.