Los egipcios vuelven al corazón de las protestas
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLa paciencia de los egipcios se está agotando. Si hace siete meses los cánticos de la plaza Tahrir elogiaban el papel del Ejército en la revolución egipcia, ayer la junta militar que tomó las riendas del país con la promesa de conducirlo a la democracia se encontró con un público mucho menos amable. La primera protesta multitudinaria después del Ramadán congregó ayer a miles de personas en El Cairo, que exigieron a los gobernantes militares un calendario concreto de reformas democráticas y el fin de los juicios militares para los civiles.
Gritos de 'salid a las calles, Tanataui es Mubarak' resonaban ayer en Tahrir. El mariscal de campo Mohamed Hussein Tantaui, que lidera el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, se ha convertido en uno de los blancos de las críticas. El longevo militar procede del entorno más cercano del expresidente Hosni Mubarak y, con el paso de los meses, ha comenzado a personificar a ojos de los manifestantes todo lo que marcha mal en el país.
La división, ya casi irreconciliable, entre manifestantes seculares e islamistas también estuvo presente ayer en Tahrir. La marcha fue convocada por los grupos laicos, y a ella se sumaron todo tipo de agrupaciones, entre ellos los grupos de hinchas de los dos principales equipos de fútbol del país, el Zamalek y el Ahly. Sin embargo, formaciones islamistas como los Hermanos Musulmanes decidieron no unirse. En julio, salafistas y otros grupos que defienden una versión muy conservadora del Islam protagonizaron una demostración de fuerza con una manifestación propia y multitudinaria en la que exigieron un mayor papel de la religión en el nuevo Egipto.
A media tarde, un grupo de manifestantes se trasladó a las inmediaciones de la embajada israelí, en el barrio de Doqi, donde intentaron derribar el muro de hormigón que esta semana se había instalado en su perímetro para proteger al edificio de las protestas. Con la caída de Mubarak y tras el último incidente en la frontera con Israel, donde militares hebreos mataron a soldados egipcios por error, el sentimiento antiisraelí se ha disparado en Egipto y muchos piensan que el nuevo gobierno no puede seguir ignorando a la opinión pública en lo que se refiere al vecino hebreo.