Los hosteleros cifran sus ventas en un 30% menos que el año pasado

Los hosteleros de Valdelagrana y del casco histórico han sufrido un verano 'horribilis' por el acusado descenso de visitantes registrado en El Puerto. Los de la urbanización playera, que esperan como agua de mayo los meses estivales, han cifrado las ganancias en un 30% menos con respecto al año pasado. Los del centro, que no han gozado de la alegría en los bolsillos de antaño, no han realizado ningún cálculo aún, a la espera de que la procesión de la patrona, el ocho de septiembre, sirva para recuperarse del varapalo. No obstante señalan que las pérdidas han sido similares.

El presidente de la asociación Centro Comercial Abierto, José María Godínez, aseguró que los hoteles han tenido serias dificultades para colgar el 'completo' y que los alquileres también se han resentido. Por otro lado, los que sí han venido, no se han gastado lo mismo. «El consumo por mesa ha sido mucho menor. El que antes se tomaba tres cañas, ahora se toma una. La crisis aprieta, pero el problema de El Puerto es que se ha convertido en un destino turístico decadente». Godínez criticó el papel de la administración pública. «Tenemos los mejores hoteles y los mejores bares y restaurantes. Pero cuando una ciudad no está limpia, ni bien iluminada, ni con sus casas arregladas, ni con una buena oferta cultural... El Puerto ha dejado de ser un destino atractivo». El presidente el CCA, quien aseguró que los datos apuntan a un descenso de la actividad en la ciudad con respecto a otras de la Bahía, reprochó la actitud «autocomplaciente» que a su juicio han tenido los gobernantes portuenses desde hace varias décadas. «Mientras nosotros no hacíamos nada por conservar y atraer más turistas, porque pensábamos que venían solos, otros municipios se han preocupado por mejorar y ofrecerles ganchos que nosotros no tenemos».

Con todo, Godínez consideró que los nuevos proyectos que el Ayuntamiento tiene en cartera: la pasarela y el puente sobre el Guadalete y los aparcamientos, contribuirán a sacar la ciudad del estancamiento en que ha caído durante los últimos años. De hecho, según los datos de la patronal de hostelería, Horeca, la ocupación hotelera del mes de agosto, ha sido del 91,47% varias décimas por debajo incluso de lo que se registró en agosto de 2010. «Es muy difícil alcanzar el 100%, pero deberíamos estar entre el 95 y el 98%». Al otro lado de la ciudad, en Valdelagrana, ya han dado por concluido el verano. José Manuel González, presidente de la Asociación de Comerciantes de Valdelagrana, lamentó que ni siquiera la primera quincena de septiembre, que solía ser buena otros años, les consolará de los malos resultados del verano. «Ha habido bares que han cerrado en pleno mes de agosto. No han podido aguantar más». El sondeo realizado entre los socios de Acoval ha revelado ese 30% menos de ventas que les hace mirar con más pesimismo si cabe al invierno. «Los augurios no son nada halagüeños». Juan Antonio García, vocal del colectivo, lo achacó a la crisis, que ha dejado a muchos en casa. «Y los que han venido, con mucho menos poder adquisitivo».

Alquileres baratos

Sin embargo, desde la inmobiliaria Urbasa, en la propia Valdelagrana, aseguraron que los alquileres de julio han rebasado incluso el tope registrado en 2010 y agosto ha sido más o menos igual. «Eso sí, hemos bajado mucho los precios para que los clientes puedan optar al menos a una semana o quince días, que es lo que se contrata. Los meses enteros son habas contadas». A juicio de Alberto Gavilán, de Urbasa, las inversiones de los turistas han cambiado y mientras los bares y restaurantes sufren el castigo, las heladerías y cafeterías, han vendido más. Son caprichos que cuestan menos.