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El enésimo y eterno punto negro
El vial comunica la zona industrial de Pelagatos y Pago del Humo con la Carretera de Medina, y salva el cauce del río Iro a su llegada a la ciudad La carretera de El Palmar sigue provocando a diario sustos y accidentes
Actualizado: GuardarQuien ha circulado de noche alguna vez por esta zona sabe el peligro que encierra.
La carretera de El Palmar, que comunica Pelagatos y el acceso a la urbanización Pago del Humo con la Carretera de Medina y el nudo del Velódromo, es uno de los principales puntos negros de la circulación rodada de Chiclana.
Desde hace años, conductores y vecinos llevan reivindicando la construcción de una nueva carretera. En su día se habló incluso de la posibilidad de realizar un puente que salvase el desnivel que tiene Pago del Humo con la zona industrial anexa. Pero de momento no hay noticias al respecto.
Lo que sí hizo el Ayuntamiento hace unos meses fue mejorar las condiciones de seguridad de los accesos por ambos márgenes del Iro. Así, dos carteles que avisan de si la carretera está abierta o cerrada en función a si el cauce del río está anegado o no, y una barrera que impide el paso de conductores en la zona de La Banda, son algunas de las medidas adoptadas.
Pero el paso El Palmar sigue siendo un punto peligroso. «Prácticamente a diario se registran sustos y casi todos los meses hay algún accidente», explica Manuel Romero, agricultor con tierras de cultivo en esta zona. Lo cierto es que este punto de la red viaria local es una de la que presenta mayor peligrosidad, pero nadie parece dispuesta a hacer nada por evitarlo, ni siquiera tras comprobarse el elevado paso de vehículos que registra la zona.
«Pusieron unas farolas para alumbrar la rotonda, que funcionan unos días sí y otros no; y ya no han hecho nada más», se queja Valentín Suazo, vecino de Pago del Humo que toma esta vía cada vez que acude a su trabajo.
El Palmar tiene, además, la peculiaridad que se trata de una recta de apenas doscientos metros de largo que concluye en un cambio de rasante y una doble curva en cada uno de sus extremos.
Sin apenas visibilidad, el colapso de vehículos es importante en horas punta. Y es que muchos de los residentes en zonas de La Banda optan por esta carretera para evitar el intenso tráfico de otras zonas.
«Al final por aquí pasan más coches que por la autovía», bromea Asunción Gómez, otra vecina. Muchos creen que la única solución es que se desarrollen las Áreas de Gestión Básica que regularán el extrarradio, y por tanto, las docenas de viviendas levantadas en uno de sus márgenes. Ello haría que se construyera una nueva carretera «más ancha y segura», dicen. Pero de momento toca conducir con cuidado.