5/09/2004 . Zapatero, ya como presidente, en Rodiezmo. :: EFE
ESPAÑA

Del idilio a la ruptura en menos de diez años

Zapatero usó durante años la fiesta minera para inaugurar el curso y subrayar el carácter más izquierdista del PSOE

RODIEZMO (LÉON). Actualizado: Guardar
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La fiesta minera de Rodiezmo ha tenido este año el menor grado de confraternización de la historia. El distanciamiento entre el sindicato y el PSOE se ha evidenciado más que nunca en esta pequeña localidad leonesa de 120 habitantes situada junto a la Ruta de la Plata. Sin Zapatero y Rubalcaba, la presencia del Gobierno y la ejecutiva socialista han dejado huérfana la XXXII edición.

Olvidadas parecían ya las primeras estampas de 1979, las disputas entre Felipe González y Nicolás Redondo y los momentos difíciles de convivencia entre ugetistas y socialistas. Pero el pasado vuelve. Ahora, el viraje de José Luis Rodríguez Zapatero desde que promovió la reforma laboral y la reciente reforma constitucional ha hecho aflorar las discrepancias entre José Luis Rodríguez Zapatero y Cándido Méndez.

Cuando Zapatero lideraba la oposición prometió acudir a la fiesta como presidente del Gobierno. Entonces el candidato contraponía esta forma de inaugurar el curso político con la elegida por Aznar en Quintanilla de Onésimo: una fiesta reivindicativa de los trabajadores de la minería frente a la cena de gala de José María Aznar en el pueblo vallisoletano que rinde honor en su nombre a uno de los fundadores de las JONS, Onésimo Redondo. Desde que Zapatero accedió a la Moncloa el acto de Rodiezmo se concebía también como una palanca para pregonar la subida de las pensiones. Pero la crisis se ha llevado por delante el idilio con la UGT. El pasado año el presidente eludió la cita porque apenas faltaban veinte días para la huelga general convocada junto a Comisiones Obreras. En 2011 nadie ha pedido justificaciones.

«Estamos todos los que tenemos que estar; ni uno más, ni uno menos», proclamó Manuel López, el secretario general de la FIA-UGT, que lanzó el dardo más doloroso hacia el presidente: «Nos has engañado».