España vuelve unida al trabajo
«Nadie nunca cambiará que aquí todos somos compañeros», zanja Cesc
MADRID. Actualizado: GuardarSuperado in extremis el escollo de Chile y tras una jornada para el descanso y la reflexión, la selección volvió al trabajo ayer en Las Rozas con la unión por bandera y la mirada fijada en el choque del martes en Las Gaunas ante Liechtenstein, donde la victoria está cantada y sellará el billete para la Eurocopa de Ucrania y Polonia de 2012 tras una fase de clasificación sin tacha, con pleno de victorias.
Doble sesión de trabajo, la matinal a puerta cerrada, y Vicente del Bosque empeñado en corregir algunos aspectos tácticos que no le gustaron ante los sudamericanos. Sobre todo, quiere más presión desde arriba para que el rival se sienta acorralado y no pueda acercarse al área española, donde 'La Roja' sufre sin el 'mariscal' Puyol y el carismático Piqué. El técnico barrunta cambios. Medita dar entrada a Thiago, inédito ante los chilenos, hacer debutar a los centrales Domínguez y Botía y al lateral Montoya, y probar incluso con una zaga de tres jugadores. Ciertamente, se trata de un rival probeta, de un amigo que no ha marcado ni un gol en sus cinco duelos ante España.
Desajustes lógicos
Los españoles saben que sin los centrales titulares nada es igual, pero restan importancia a los desajustes de Saint Gallen.
Argumentan que una zaga necesita tiempo, y la que se midió a Chile fue inédita. «Javi Martínez no es central pero cumple bien y hay jugadores para hacerlo en esa posición. Puyol y Piqué son dos grandes defensores y cuando no los tienes en el equipo se nota, tal y como ha ocurrido en el Barça, pero no hay que buscar excusas. Son fundamentales pero tiraremos adelante con lo que tengamos», explicó ayer Cesc Fábregas, humilde pese a su excelente arranque de temporada, deseoso de «seguir mejorando y aprendiendo».
Con la clasificación en el bolsillo y a falta de grandes noticias en la selección, el tema recurrente en los debates es el de la relación entre culés y madridista. ¿Se mantienen las diferencias manifestadas en los clásicos? ¿Se ha recuperado el buen ambiente tras la llamada de Casillas a Xavi después de la Supercopa?¿La lamentable tangana ante Chile mostró que todos reman en la misma dirección? Son preguntas más de periodistas que de los jugadores.
Los profesionales garantizan compromiso y quieren zanjar una polémica que les incomoda. «Nunca nadie cambiará el ambiente de la selección. Aquí todos somos compañeros y defendemos el bien de la selección», remachó Cesc en Las Rozas. Fue objeto de la durísima entrada de Marcelo que desató las hostilidades en la vuelta de la Supercopa en el Camp Nou, pero el catalán no quiere hablar más de líos entre colegas de selección.