Relato de un viaje al pasado
Actualizado: GuardarLos estudiosos del género dicen que la ciencia ficción es un género especulativo que relata acontecimientos posibles. Por ello, hoy quiero subir a la máquina del tiempo para contar esta narrativa fantástica que sitúo en el siglo XVIII. Yo, Agapito Arauz, natural de Cádiz, declaro que en el día de hoy, siendo las 11 horas del día 20 de agosto de 204, descubro en el salón de estudio de una biblioteca pública un cofre viejo, donde encuentro un disco llamado DVD donde a pesar de la antigüedad, logro escuchar la voz y leer los escritos de una persona vinculada a un antepasado. Este personaje habla de la corrupción instalada en muchas zonas de España de aquella época. Critica la ceguera de los políticos que condenaron a la juventud a un camino sin retorno. Condena a los partidos políticos que hicieron apología del franquismo. Defiende la división de poderes. Critica la pasividad dee los ciudadanos acerca de la defensa de los valores democráticos y sobre todo de la justicia social, pilar fundamental en una democracia real. La historia y la verdad siempre salen a relucir, por tanto, si este testimonio escrito por mi antepasado, hace ya años, fuera mentira o fruto de una mente desquiciada, como demócrata del año 2040, quiero condenar su actitud miserable. Han transcurrido muchos años, pero hoy se puede afirmar, que vivimos en una democracia real, pacífica y de justicia para todos, donde los empresarios y trabajadores son capaces de acordar que el estado del bienestar, como la sanidad pública, la educación y los servicios sociales sean temas prioritarios. Los ciudadanos caminanos por las calles de nuestras ciudades sin tener que leer símbolos del franquismo. Los medios de comunicación informan equilibradamente, la división de poderes es respetada por todos los españoles; los partidos políticos acuerdan no proteger la corrupción desterrando la posibilidad de que vayan en las listas electorales candidatos corruptos. Las Cortes Generales, donde reside la soberanía popular, es una escuela donde la cortesía y el respeto es la tónica principal. Los discursos son didácticos y siempre dirigidos a defender el bien general de los ciudadanos. ¿Utopía o sueño de verano?