![](/cadiz/prensa/noticias/201109/02/fotos/7317433.jpg)
Rajoy avala a Cospedal y dice que él también pedirá sacrificios
Rubalcaba advierte de que «los recortadores profesionales» pueden usar la lucha contra el déficit para lesionar derechos sociales
MADRID / BILBAO. Actualizado: GuardarMariano Rajoy avaló la decisión de Dolores de Cospedal de recortar el 20% del gasto en Castilla-La Mancha. Explicó que no será una medida aislada sino que las autonomías gobernadas por el PP seguirán ese camino porque así lo acordaron tras las elecciones del 22 de mayo. Avanzó además que si gobierna dirá «la verdad» a los ciudadanos porque todos tendrán que hacer «sacrificios». Alfredo Pérez Rubalcaba no valoró la actuación de la presidenta de Castilla-La Mancha, pero alertó de que «los recortadores profesionales» pueden usar la lucha contra el déficit como excusa para cercenar derechos sociales.
Cospedal «está haciendo lo que hay que hacer», afirmó rotundo el líder de la oposición desde Lisboa, donde ayer se reunió con el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva. Esas medidas de ahorro, subrayó, suponen «sembrar hoy para recoger mañana». Rajoy justificó el drástico recorte porque el nuevo gobierno recibió de sus antecesores socialistas una «triste» herencia ante la que ha habido que hacer «un esfuerzo importante».
La presidenta castellano-manchega anunció el miércoles una amplia batería de decisiones para ahorrar 1.815 millones de euros en año y medio. El catálogo de medidas incluyó ventas de edificios oficiales, suspensión de obras públicas, supresión de organismos autonómicos, optimización de los gastos de educación y aumento de horas de clase para los profesores y reducción del número de liberados sindicales. «El mayor plan de choque contra el gasto corriente que se haya hecho nunca en España», afirmó Cospedal.
El líder opositor indicó que el ejemplo de Castilla-La Mancha será seguido por otras comunidades gobernadas por el PP y recordó que tras las elecciones del 22 de mayo tuvo una reunión con todos los gobernantes autonómicos de su partido en la que acordaron que su gran prioridad era «sanear las cuentas». En este sentido el siguiente en aplicar la guillotina al gasto será el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, quien anunció ayer «un recorte sustancial» en el presupuesto de 2012 porque el déficit a fin de este año bordeará el 7%.
Rajoy avisó además de que esas políticas de restricción del gasto público también se aplicarán si gana las elecciones del 20 de noviembre. Anunció que dirá «la verdad» a los ciudadanos y explicará las razones por las que todos tendrán que «hacer esfuerzos» ya que «las cosas no son fáciles y no van a ser fáciles».
El candidato socialista para esos comicios, Alfredo Pérez Rubalcaba, no valoró el 'tijeretazo' de Cospedal, pero en una reunión con dirigentes del PSE en Bilbao alertó del peligro de que los fundamentalistas del déficit cero encuentro «un pretexto» en las medidas de rebaja del déficit para recortar derechos sociales como educación o sanidad. Los números rojos en las cuentas, agregó, son «dinamita» para las políticas sociales si son «excesivos y continuados».
Para Rubalcaba, lo sustantivo es decidir «qué quitas y qué pones» en los capítulos de gasto público, pero no es bueno obsesionarse con el déficit cero porque es «una locura». También el portavoz del Gobierno, José Blanco, advirtió del peligro de los recortes y reprochó al PP que se escude en la reducción del gasto para tocar partidas «tan sagradas» como educación y sanidad, que es, a su juicio, lo que han hecho los populares en Castilla-La Mancha y Madrid. Una opinión que compartió el líder de UGT, Cándido Méndez, porque, dijo, «no tocar los servicios públicos esenciales, no subir impuestos y a la vez recortar 1.800 millones de euros es imposible».