La ocupación hotelera se resiente en agosto y no llega a superar el 90%

El primer año de la recuperación se ha quedado en otro balance más que cierra en negativo. Todas las previsiones apuntaban a que agosto devolvería el optimismo al sector con todos los hoteles de la costa por encima del 90%, pero los datos no han dejado lugar a dudas, el mes más fuerte de la campaña finaliza con una ocupación del 87,61%. Y lo peor es que este porcentaje es inferior al del año pasado (90,3%), según los datos que dio a conocer ayer la patronal hostelera, Horeca.

El descenso, aunque leve, supone un verdadero varapalo para el sector que tenía puestas todas sus esperanzas en esta campaña. Y la preocupación es aún mayor cuando en el resto de Andalucía los datos son positivos. Ya la Encuesta de Ocupación Hotelera el INE desveló un crecimiento de las pernoctaciones en julio del 5%. Las reservas aumentaron en todas las provincias costeras con casos como los de Granada y Málaga, ambas con un 7%, mientras que Cádiz continúa estancada. El consejero del ramo, Luciano Alonso, mostró su satisfacción y la confianza en que se tratase de una tendencia y no solo un repunte.

Buscar nuevas vías

La primera reacción del presidente de la patronal hostelera, Antonio de María, es que «algo se debe de estar haciendo mal». Sin entrar en detalles, destacó la necesidad de buscar nuevas vías para captar visitantes, especialmente ahora cuando parece que el sector empieza a levantar cabeza en el resto de la costa andaluza. Y abogó por reforzar la promoción cuanto antes, que consideró «un pilar fundamental para la próxima temporada».

Uno de los principales problemas ha sido el retraso de las reservas. No se trata de una nueva tendencia, desde que comenzó la crisis es habitual que los veraneantes aguarden hasta última hora a la caza de las mejores ofertas, sin embargo, este año parece que han decido esperar demasiado. Y septiembre se estrena con las primeras lluvias. De María resalta con preocupación que «eso puede echar por tierra las previsiones, porque los que aún no han cerrado sus vacaciones lo último que eligen es un destino de playa si ven que el tiempo es malo».

Entre las sorpresas que guarda el balance de Horeca se encuentra la estrepitosa caída de la ocupación en Chipiona. Ha descendido en torno al 10% con respecto al mismo mes del año pasado (80%, frente al 90% del anterior). Arcos también ha sufrido un importante batacazo tras pasar del 66,7% de 2010 al 40,8% de este año. E incluso Tarifa y Conil, los destinos con mayor tirón, han visto caer su ocupación. El primero pasó del 93,8% al 91,1%, mientras que el segundo rozó el 93%, frente al 95,2% del verano pasado.

La capital también ha sufrido un leve descenso, pero se mantiene prácticamente en los mismos niveles. A lo largo de agosto ha logrado superar el 90% de ocupación, lo mismo que El Puerto. Sin embargo, Chiclana -que el año pasado cerró el mes fuerte del verano con un 91,5%- se ha quedado al 89%.

Justo por lo contrario son noticia localidades como Jerez y San Fernando que han visto crecer su ocupación hotelera este verano. No se trata de grandes repuntes, pero son significativos en medio del descontento.

Y mientras bares y restaurantes terminan de cerrar la recaudación de agosto, la sensación general es pesimista. El presidente de la patronal resalta que ya en julio las ventas descendieron entre el 20% y el 30% y a eso hay que sumar el fuerte incremento de gastos de suministros y salarios. El margen de beneficio se ha visto recortado y aún queda por encarar otoño e invierno cuando los que los negocios tiran solo con la demanda local. Durante este mes la caída ha sido menos acentuada en la primera quincena por el tirón del puente, pero las últimas semanas han sido más flojas.

En vista de los datos, las previsiones para septiembre se han quedado cortas. La patronal confía en superar el 73% de ocupación, en torno a tres puntos menos que el año pasado. Explicó ayer Antonio de María que «lo ideal sería que el próximo mes se comporte como julio», pero la lluvia de ayer generó mayor incertidumbre.