PAN PARA HOY

VAMOS

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Vamos, Rafa, no lo hagáis. Ahora que todo se desmorona, no nos podéis fallar. Ahora que las cosas dejan de ser como eran, y parece que el mundo está girando en sentido contrario, no es el mejor momento. Ahora que hasta los hijos de Gadafi se piden ser rebeldes de la causa que se levantó contra su propia casa, igual habría que pensárselo un poco más. Ahora que los políticos del eterno desacuerdo fingen un acuerdo y nos cambian a su antojo la Constitución que vela por nuestros derechos sin consultarnos, sentando un precedente que asusta más que tranquiliza, no estaría de más replanteárselo. Ahora que nos hemos caído del guindo de Lobato y sabemos que Fernando Alonso no puede ser campeón del mundo, con lo que eso supone para la moral de la tropa, yo me lo pensaría dos veces. Ahora que ya sabemos que de esta crisis no nos saca ni el tío Gilito, y que, de ahora en adelante, vamos a escuchar la palabra recortes más veces de las que nos gustaría, no sé si podríamos asumir lo vuestro. Ahora que los señores de la LFP - lo de señores es un decir- se permiten el lujo de cargarse la radio que ha sobrevivido digna y necesaria a la televisión, a la era informática, a la era digital, demostrando nula sensibilidad por el único medio que no nos cobra facturas, aliada y compañera de millones de orejas de gente humilde, sería un golpe duro de encajar. Ahora que se derriten los polos sin compasión; ahora que los jugadores de 'La Roja' se han cansado de ser amigos y ejemplo a seguir para los niños; ahora que la liga es un «hasta que quiera Messi»; ahora que existir pasa por conjugar el verbo resistir; ahora que un crédito de un banco es una lotería al alcance de muy pocos; ahora no, Rafa, por favor. Aunque estéis pasando una mala racha, no os separéis. Si te das cuenta, el binomio tío-sobrino de apellido Nadal es lo único que funciona en este país desde hace casi una década, yo ni lo tocaba. Esa imagen tan familiar de tu tío en la grada con visera y cara de sufrimiento contenido, ya forma parte de nuestras vidas, no nos la quitéis, ahora no. Pasen buen día.