Sin porno por un positivo
La industria californiana del cine X interrumpe todos los rodajes por un caso de VIH en medio de una guerra por el uso del condón
Actualizado: GuardarEl paisaje del Valle de San Fernando, en California, guarda un cierto parecido con la sierra norte de Madrid. Encajonado entre el Pacífico y el desierto de Mojave, el valle comprende poblaciones de Los Ángeles con resonancias cinematográficas: Glendale, Burbank... Aquí están las sedes de míticas empresas del 'entertainment', como Disney y Warner Bros. Todo aquel que vio 'Boogie Nights' sabe también que San Fernando acoge una rentable industria en trance de desaparición: el porno.
Las principales productoras de cine para adultos siguen rodando unos 200 títulos al mes. Hace cinco años facturaban 9.000 millones de euros, tanto como las cadenas NBC, ABC y CBS juntas. Aquellas 4.000 películas anuales pasaron a la historia cuando Internet finiquitó el VHS y el DVD. Por si fuera poco, un actor del que no ha trascendido el nombre acaba de dar positivo en un test de VIH. Todos los rodajes se han paralizado. La moratoria no se levantará hasta que se confirme la infección y se rastree la vida sexual del supuesto infectado.
Y es que, en los platós de cine X, tan importante como la cámara de vídeo son los certificados médicos de los actores, que mensualmente se someten a un chequeo para demostrar que no padecen ninguna enfermedad venérea ni portan el VIH. Sin ellos, ninguna productora les permitirá grabar un solo plano, teniendo en cuenta que una estrella del género puede llegar a mantener decenas de relaciones sexuales cada semana. La industria del porno vivió un paro similar a finales de 2010, cuando le diagnosticaron el sida al actor Derrick Burts. La Free Speech Coalition, que representa a las principales firmas del sector, ha recomendado a todos los artistas preocupados por un posible contagio que se hagan nuevas pruebas.
La alerta coincide con una guerra por el uso del preservativo, rechazado por los consumidores de pornografía, que prefieren ver a sus intérpretes favoritos haciéndoselo a pelo. El 15 de agosto, la influyente ONG californiana AIDS Healtcare inició una campaña para obligar a los actores a usar condón en sus escenas. Pretende reunir 40.000 firmas para solicitar un referéndum en el estado coincidiendo con las primarias de 2012. «¿Cuántos actores más deben infectarse de sida y de enfermedades de transmisión sexual antes de que la industria pueda limpiarse y el Gobierno haga lo correcto?», se pregunta Michael Weinstein, presidente de la fundación.
Los defensores del uso del preservativo -entre ellos el contagiado Derrick Burts, hoy ferviente activista- argumentan que, al igual que los obreros llevan casco y las enfermeras guantes de látex, la ley debe velar por su seguridad laboral. «Sé que hay riesgos en mi trabajo, pero es mi elección. Si usted quiere ver preservativos en el porno, vote con su dinero. Nos ayudará mucho más que cualquier legislación», defiende Danny Wilde, protagonista de 'Scream X'.