Sociedad

Aquí sí hay tomate

Jorge Javier Vázquez y Raquel Sánchez Silva se entienden a la perfección en el plató, pero no es la primera pareja televisiva con 'feeling'

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Los que no daban un duro por el noviazgo han de reconocer al menos que 'feeling' sí que había. Jorge Javier Vázquez se basta y se sirve solito en la tele, pero no le va mal tampoco con compañía femenina. Primero fue Carmen Alcayde, luego Belén Esteban y ahora Raquel Sánchez Silva. La tercera 'partenaire' de Jorge Javier es otro estilo, pero se entienden igual de bien. Telecinco les presentó en 'Supervivientes', porque no se conocían más que de haberse visto por la pantalla -y hasta que se fusionaron Cuatro y Telecinco ni siquiera compartían pasillo-.

Pero la distancia entre Honduras y Madrid les ha hecho más cómplices y la pareja se ha consolidado. Telecinco les ha confiado su nuevo 'reality', 'Acorralados', una especie de granja vip donde los famosos se pondrán a ordeñar vacas y a hacer peleas por el barro (literalmente). Ella, que es más viajera, será la que se desplace a Asturias, que allí van a encerrar a los concursantes, y Jorge Javier oficiará desde el plató. No se pelean por los papeles, saben que así están bien repartidos.

Unidos en la distancia, están los dos felices de volver a cantar a dúo: «Raquel y yo nos hemos seguido la pista este verano, hemos hablado y nos hemos contado nuestras cosas. Para mí ella ha sido un descubrimiento, trabajar con Raquel me aporta mucha tranquilidad», reconocía hace unos días el presentador de 'Sálvame'. A Sánchez Silva también le dura el flechazo: «Estoy absolutamente feliz de volver a trabajar con Jorge Javier. Cuando nos lo dijeron nos llamamos emocionados como niños pequeños».

Les dura el enamoramiento, y quién sabe si la cosa no irá a más y serán los modernos Ramontxu y Ana... Aquello sí que era química. Compartieron un par de brindis en Nochevieja... ¡y hasta ducha! Que lo del remojón para cerrar el programa era uno de los alicientes de 'Qué apostamos', el título que devolvió la gloria a los concursos después de 'Un, dos, tres'. Ramón García y Ana Obregón fueron la pareja televisiva de los años noventa y hasta grabaron un disco a dúo (fue en 1996, tenía seis canciones e incluía el tema del programa). El álbum, que en su día fue un exitazo, lo llamaron 'Pienso en ti', aunque Ramón más que en Ana parecía que pensaba en otra: 'Qué guapa estás morena/como el chocolate...'.

Mientras Ramón y Obregón destilaban buen rollo por los pasillos de TVE, otra pareja les hacía la competencia desde Telecinco. Emilio Aragón y Lidia Bosch se lo pasaban pipa en 'El juego de la oca' y la gente todavía busca en YouTube el famoso resbalón de la presentadora: 'No me digas nada, Emilio por favor', le advertía ella entre risas. 'Penalti, penalti', se mofaba el otro. Aquella fue una relación estable y duradera, pero siempre hubo una tercera, Belén Rueda, que también hacía buenas migas con Emilio Aragón (trabajaron juntos en 'Vip noche'). Pero nunca fue un obstáculo ese 'matrimonio a tres' y no tuvieron reparo en embarcarse juntos en 'Médico de familia', la serie que consagró a la ficción nacional.