Pedro González publica su segunda novela con la editorial andaluza Almuzara. :: LA VOZ
MODA

«El sector de la moda ha cambiado por la cultura de la inmediatez y el hedonismo»

El gaditano publica con Almuzara, 'El Manual del estilista', una guía fundamental para los futuros asesores de imagen del país

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«Para estar guapa hay que sufrir», reza el dicho popular. Una frase que hoy se ha convertido en la obsesión de la sociedad de la imagen. En una década donde la crisis de valores hace que el clímax del éxito dependa de nuestra capacidad para ser aceptados por el otro, la profesión de estilista se ha convertido en una de las más demandas.

Muchos jóvenes son atrapados por la seducción de la belleza que se cotiza más cara que nunca. Las dietas imposibles, los abanicos de tendencias, el aumento de las operaciones de cirugía estética o la cultura del bienestar así lo avalan. Pues bien, frente a esta búsqueda continua de superficies perfectas, el gaditano Pedro Rodríguez ha decidido regalar su experiencia dentro del sector de la moda y de la imagen en las páginas de 'El Manual del estilista', un trabajo documentado en su vida profesional que pretende actuar como lazarillo en el camino a seguir para los futuros asesores de imagen.

«La idea surge de la labor común entre la editorial Almuzara y yo. Sacamos un primer libro juntos, 'Escuela de modelos', un manual para profesionales que tuvo una buena acogida en los lectores. A partir de esta primera incursión en el campo literario surge 'El Manual del Estilista'», asegura Pedro González. Un gurú de la imagen dispuesto a desvelar su sabiduría para el propio beneficio del sector. «El principal objetivo que busca la obra es la formación de personas que quieran trabajar como estilistas y que para ello deseen informarse y conocer de forma más cercana los entresijos de una profesión con sus derechos y deberes», afirma el asesor. «De esta forma, evitamos las formas poca serias de ejercer la carrera, ya que debido al auge que el sector ha tenido en los últimos tiempos, todo el mundo se considera asesor de imagen. Un trabajo que tiene muchos años. Otro de los fines de la obra es ese: educar a todos aquellos que se hacen llamar estilistas», añade el director de arte de la agencia Doble Erre.

El poder de la imagen

Y es que, la profesión está en peligro de caer en el abismo de la mediocridad a causa de la democratización de la moda. Tener una buena imagen es un reclamo oficial en la actualidad. Una necesidad globalizada que desvirtúa el carácter de la industria.

Detrás del término moda se esconde un universo de complejos y sombras maquillado con rímel y reducido con liposupciones. «El primer capítulo del libro está dedicado a la obsesión por el tema de la imagen. Estudia la sociedad en la que nos movemos, caracterizada por la inmediatez. Un sistema donde la felicidad se logra por requerimiento ajeno. Esta necesidad ha provocado que la profesión de asesor de imagen sea una de las más demandas. Es de esta situación de la que nace el libro. Es una respuesta social que encierra connotaciones antropológicas», explica el director de arte de Doble Erre. Según González es la industria de la perfección la que mueve el mundo. Un sector tan poderoso como diversificado y en el que la mundialización causa estragos de personalidad.

Las grandes marcas empujan con fuerza a las pequeñas firmas, que poco a poco van desapareciendo bajo la oleada de la democratización de la imagen. «La moda la entiendo como una disciplina económica importantísima, como una industria. De ahí hay que partir. Está pasando por una crisis absoluta de remodelación constante. No movemos en un mundo globalizado donde encontramos por un lado a pequeños empresarios que están volviendo a la costura, a la mediada, al trato personal; y por otro, el devastador crecimiento de las grandes superficies», subraya González.

El estilista muestra su preocupación por el futuro del sector de la imagen , ya que gracias a su desmesurado despertar corre el peligro de perder exclusividad. Un determinante que supone una de las claves con las que trabajan los profesionales de la moda.

«Se ha desbocado el sistema de producción. Se ha desplazado hacia el sur de Marruecos debido a la mano de obra barata. Pero también los modelos de producción se han transformado, ya no se habla de colecciones de alta costura, sino de 'resort'. Todo movido por la cultura de lo inmediato y del hedonismo», afirma el estilista gaditano.

Una tendencia que no solo engloba al mundo de la moda, sino que alude a la preocupación del ser humano por cuidar de su yo. «Ahora más que nunca cobran valor las empresas que se dedican a la protección del alma. Las terapias, los centros de yoga, la meditación», explica el experto.

Secretos de belleza

El asesor aboga por el estudio de la personalidad de todo aquel que solicita sus servicios, abandonando lo superfluo y dejando las tendencias a un lado. «Un buen profesional analiza a la persona física y psíquicamente antes de aconsejarla. Hay que ser consciente de que no son maniquíes y ver su inseguridades, su falta de autoestima, su gusto adulterado», expone el gaditano. Un trabajo exhaustivo que trata de evitar el disfraz, a no ser que el cliente así lo solicite.

Según el asesor es entonces cuando comienza el trabajo de peluquería, medidas y maquillaje, seguido de la selección de colores y formas para la ropa.

Un compendio de factores que realzan la belleza natural sin la influencia de estereotipos. Pedro González es consciente de los gigantes a los que se enfrenta, pero luce valiente su forma de entender la moda. Es un profesional que ve a las personas y dibuja sus deseos.

Una inclinación que espera poder transmitir y explotar entre los lectores a los que va dirigida la obra, futuros asesores de los que dependerá el devenir de uno de los sectores financieros más ricos. Uno de los campos que ha logrado sobrevivir al déficit económico del país, la imagen.

'El Manual del estilista' supone un propósito altruista de su autor por cambiar las cosas en una sociedad donde las portadas reflejan el vacío de la perfección. Un mundo de revistas y carteles donde se revaloriza lo que funciona y se da poca cobertura a las nuevas opciones. Una guía didáctica con la que guiarse en el camino hacia una labor responsable.