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El Xerez ha pasado del doble pivote puro al rombo en el centro del campo

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Son varias las cosas que han cambiado en el Xerez Deportivo con la llegada de Juan Merino al banquillo azulino, pues el catalán y el de La Línea son como el día y la noche. De hecho, solo hay que mirar como viven uno y otro los partidos en el banquillo. Si la temporada pasada la calma y el sosiego de Javi López y Sito se imponía en el área técnica azulina, ahora Merino no para sentado un segundo y no cesa de dar gritos, indicaciones y correcciones a sus futbolistas.

Pero en lo puramente futbolístico el dibujo del cuadro jerezano ha cambiado. Es cierto que el preparador catalán también colocaba a dos delanteros siempre y cuando podía. De hecho, su pareja de ataque preferida la formaban Mario Bermejo y José Mari, pero la diferencia es que ahora Merino coloca por detrás de los dos puntos un enganche que aporta mucho criterio al fútbol del Xerez. Ese hombre es Capi, un jugador totalmente diferente a Cordero, que fue el que ocupó esa posición la campaña pasada durante muchas ocasiones. El de Camas aporta cierto trabajo defensivo, pero su principal labor en el campo es alumbrar la jugada azulina. En Alcorcón jugó un papel determinante y parece que ahora que ha abandonado la banda izquierda puede dar mucho más al Deportivo.

Merino utilizó este sistema jugando fuera de casa, por lo que la lógica indica que en Chapín repetirá. Por lo pronto, hoy comienza a preparar el partido correspondiente a la tercera jornada y que medirá a los azulinos contra el Guadalajara el sábado a las 18 horas.