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La ciudad no consigue aumentar el número de plazas hoteleras desde hace 19 años
La Isla apenas sobrepasa las 300 camas, convirtiéndose en la localidad con menos posibilidades de aprovechar el turismo
Actualizado: GuardarEl Bicentenario ha dejado muchas infraestructuras para explotar de cara al turismo, o al menos las ha planificado contando con voluntad política y bajo compromiso institucional para realizarse. Aunque es cierto que se ha incrementado el turismo, el número de visitantes no llega ni de lejos a poder compararse con el resto de localidades de la Bahía. Y es que uno de los graves problemas de La Isla es que apenas cuenta con plazas hoteleras y por ello pierde su capacidad de competir para luchar con el resto de municipios en la búsqueda de turistas.
Es algo que se ve de forma clara al hacer una simple comparativa. San Fernando con unos 100.000 habitantes aproximadamente tan solo cuenta con tres hoteles, una cifra muy por debajo de la media provincial e incluso de municipios con censos más pequeños. El caso de Conil llama la atención pues con 21.000 habitantes cuenta con una veintena de estos establecimientos. La oferta en la provincia en este sentido es enorme y por ejemplo Jerez cuenta con 37, Chiclana un total de 24, El Puerto de Santa María tiene 27 y Cádiz 25. En cuanto a número de habitaciones hoteleras la diferencia es todavía más pronunciada. San Fernando tiene 336 frente a, por ejemplo, las más de 5.000 de Chiclana.
Lo cierto es que San Fernando no ha visto incrementado su número de hoteles desde hace 19 años, cuando abrió sus puertas el complejo de Bahía Sur. Este hecho ha ocasionado que el número de camas que La Isla destina a los turistas haya permanecido inalterable durante dicho periodo de tiempo. Motivo por el que ha perdido el tren en el que se han montado sus vecinos de la Bahía que han sabido crear una infraestructura y una oferta acorde con la demanda de Sol y playa para captar al turismo. El problema es que aunque La Isla cuenta con un futuro prometedor, ante la apertura de nuevos suelos primordiales para la ciudad, se desconocen los plazos para que alcance el modelo de las otras localidades y se creen grandes resort hoteleros que atraigan al visitantes por su fácil acceso, comodidad y sus ofertas de ocio y descanso.
Por el momento hay que conformarse con mirar con envidia sana al resto de localidades e intentar coger un pequeño trozo del pastel quitándole algún turista durante un día para que conozca la ciudad. En cifras la ocupación hotelera real en San Fernando durante el verano no llega a la media provincial, de la que se quedó a cinco puntos porcentuales en el mes de julio y cuatro puntos y medio porcentuales en la primera quincena de agosto cuando la ocupación real superó las previsiones de la Patronal de Hostelería, Horeca. La Isla consiguió en el mes de julio una ocupación del 73,49% sobre el 76,63% que logró en 2010.
Planes para Las Cortes
Antes del Bicentenario se realizaron muchos planes de cara a mejorar la ciudad hacia un modelo de ciudad orientado ala explotación turística y de hecho la creación de hoteles era una de las prioridades dentro del plan de actuaciones que se acordó de cara a la efeméride de Las Cortes. La intención era la de crear cuatro hoteles, aunque no se especificó bien los espacios ni lugares.
A lo largo de estos años se ha hablado mucho de las posibilidades de la construcción de hoteles, pero ninguno ha conseguido salir adelante ya sean por impedimentos administrativos o por falta de financiación. El ejemplo de la Casa Lazaga que pretende convertirse en un hotel con encanto y lleva años en estado de abandono o del hotel escuela de El Barrero, en cuya parcela se ha colocado un aparcamiento al aire libre, son los más llamativos.
En la Leocadia existió la intención de crear un gran complejo, pero chocaba con el deslinde de Costa. De modo que el proyecto cayó finalmente en el olvido tras ser presentado a lo medios. Tampoco prosperó la petición a Defensa de que cediera los aparcamientos de Capitanía para un la creación de un hotel en la antigua sede de la Cruz, Roja, cuyo edificio ahora está en venta, por lo que el interés de esta actuación también se ha perdido.