El Barça, a eternizar su reinado
Los azulgrana se felicitan por el regreso de Cesc, que renovará el corazón del equipo
BARCELONA. Actualizado: GuardarEl Barcelona lleva tres años sosteniendo la corona sobre su cabeza ante los tirones del Real Madrid. Cada temporada aumenta la exigencia y el cansancio de una plantilla ajustada. Y más ahora, que las estrellas blancas parecen empezar a formar una constelación en el segundo año de Mourinho, en el que el portugués dice alcanzar la «perfección». Ante las embestidas y el talonario de los madridistas, Guardiola ha optado por ofrecer un mayor protagonismo a la cantera y reforzarse con Alexis y Cesc. Competitividad, descaro y liderazgo para mantener firmes los renglones de su historia más brillante.
La pugna por el regreso del hijo pródigo ha acaparado la atención durante el verano. Después de una dura batalla con el Arsenal que ha durado tres años, Cesc ha vuelto a su casa. Con él, Pep Guardiola garantiza un relevo en el laboratorio para dosificar a Xavi en la medular y refrescar el centro del campo, corazón del equipo. El de Terrassa, con un cuentakilómetros astronómico, tendrá al fin un recambio de garantías que ejerza de cerebro. «No le he visto perder un balón desde alevines», dice Piqué. Pero el Barça gana además un líder que ha capitaneado al Arsenal desde que tuviera 21 años. Un futbolista de cabeza fría y sangre caliente.
Al poderoso centro del campo se ha sumado la irrupción de Thiago, el futbolista que está llamado a ser el carburador culé del futuro. Su meteórica ascensión ya le ha introducido en los planes de Vicente del Bosque en la selección a pesar de que solo ha disfrutado de 13 apariciones en Primera. El talento ya está sobre el tapiz y la pelota, en el tejado de Guardiola, que tendrá que gestionar los minutos del que posiblemente sea centro del campo con más calidad del mundo.
A diferencia de la medular, el Barça ha perdido efectivos en la línea de ataque con las ventas de Bojan , Nolito y Jeffren, aunque ha ganado en calidad. La incorporación de Alexis Sánchez aportará versatilidad y profundidad en el tercio ofensivo, donde el chileno ha dejado un gran recuerdo durante las tres temporadas que ha jugado en el Udinese. La polivalencia del 'Niño Maravilla' permitirá a Iniesta desprenderse de la condición de delantero improvisado y centrarse en la media punta. Alexis, por su parte, tiene el reto de convencer con el '9' a la espalda, algo que no han logrado Ibrahimovic ni Bojan.
Nuevos retos
Junto con Pedro, el atacante se perfila como el surtidor de Messi y Villa. El argentino, que ya ha conquistado casi todos los títulos a nivel individual y colectivo en el Barcelona con 24 años, es insaciable. A diferencia de otras grandes estrellas, de carácter más efervescente, el '10' persigue convertirse en el segundo máximo goleador de la historia del club -se encuentra a solo nueve de los 186 de Kubala- y levantar su tercer Balón de Oro consecutivo, una gesta que solo está al alcance de Mitchel Platini. Xavi, por su parte, busca conquistar más títulos que Raúl, mientras que Guardiola quiere levantar su cuarta Liga seguida, algo que ya consiguió como jugador.
El eje central, con solo Puyol y Piqué, es la línea que de menos efectivos dispone. Guardiola, como ya ha hecho en ocasiones anteriores, deberá improvisar con retrasar a Mascherano, Abidal o Busquets u optar por probar con Fontàs o algún jugador del filial. En el lateral derecho, el relevo de Alves parece garantizado para Montoya, que ya ha dado el salto directo a 'La Roja' desde Segunda División, al margen de los 17 minutos que ha disputado en la máxima categoría.
El Barcelona parece que solo tendrá un rival, el Madrid. Sin embargo, la tensión que se ha vivido en los enfrentamientos de los dos 'grandes' y la consistencia que toma el proyecto de Florentino Pérez convertirán cada encuentro de la temporada en un duelo clave, como hacer funambulismo sobre un precipicio. La primera batalla ya ha caído de lado azulgrana. La Supercopa de España retrató al Madrid como un gigante físico de pierna fiable y al Barça, que llegaba con la gasolina justa, como un estilista de principios irrenunciables.
El tiempo dirá cuál de estos dos colosos gana la batalla final. De momento, el Barça cuenta con la ventaja del trabajo hecho en las tres últimas temporadas. La filosofía y el esquema de juego están claros. Son los nuevos fichajes los que deben amoldarse al estilo culé y no al revés. Salvo el caso de Messi, que goza de libertad absoluta para moverse por el campo, aunque ha demotrado su mayor eficacia y desborde desde que juega alejado de la banda, el resto de futbolistas tienen claro su cometido y función. No hay lugar para los equívocos. El bloque es sólido. Los jugadores poseen una calidad extraordinaria, se conocen y en el vestuario se respira buen ambiente. Solo faltan los títulos.