Casi toda la plantilla respaldó la manifestación. :: C. C.
Ciudadanos

Los médicos se concentran por una nueva agresión

La plantilla del centro de salud Cayetano Roldán, en San Fernando, estuvo 20 minutos en la puerta para denunciar el ataque a sus compañeros

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Poco a poco fueron saliendo del centro para colocarse en la misma puerta. Casi medio centenar de profesionales, casi la totalidad de la plantilla. En sus caras se podía observar parte de indignación, parte de rabia y también de incredulidad. Cuatro compañeros fueron agredidos por la familia de una paciente a la que estaban atendiendo. Ninguno se encontraba en esa concentración de repulsa ante lo sucedido, en esa denuncia pública. El miedo ha podido con ellos al estar amenazados de muerte.

En silencio y con una pancarta en las manos (en la que se podía leer 'seguridad en el trabajo, no más víctimas') mostraron su apoyo a estos profesionales que se encuentran de baja al sufrir diferentes crisis de ansiedad, paradójicamente los mismos síntomas que presentaba la mujer a la que atendieron el pasado lunes. Ella pidió una pastilla para calmarse, un 'Tranquimazin' que el enfermero se negó a dar hasta que el médico así lo recetara. La mujer se encontraba dentro de la consulta de urgencias y sus familiares fuera. Cada vez más nerviosa, continuó pidiendo el medicamento y llegó a coger unas tijeras amenazando con hacerse daño. Al parecer los sanitarios actuaron en ese momento como recoge el protocolo de actuaciones y decidieron atajar a la mujer produciéndose un encontronazo que fue entendida por ella como una agresión. Por ello, fue en busca de sus familiares para alegar que la habían pegado.

A partir de ahí se desencadenó todo el conflicto y una pelea brutal en la que incluso volaron sillas (una de ella impactó en una auxiliar administrativa). Finalmente un médico, un enfermero (que fue el que se llevó la peor parte), un celador y una auxiliar administrativa recibieron varios golpes.

«Desgraciadamente es una situación que se está repitiendo con demasiada frecuencia y que hay que atajar de forma contundente. No se entiende cómo una persona puede atacar a un profesional que está atendiéndole», expuso Lorenzo Acquaroni delegado sindical del CSIF. De hecho durante todo el año pasado se registraron en la provincia unas 30 agresiones tantos físicas como verbales. En lo que se lleva de año la cifra ya alcanzado el número 26. Según los sindicatos están cifras son engañosas ya que hay muchas más agresiones, lo que ocurre es que muchos profesionales no se atreven a denunciarlo al estar bajo amenazas y ser personas conocidas por sus agresores.

«Queremos hacer un llamamiento a la ciudadanía para evitar que se llegue a estas situaciones extremas. Es algo que no se puede permitir y creemos que la única forma de atajarlo es a través de la sensibilización con lo que está ocurriendo», aseguró Lorenzo León del sindicato de Enfermería (Satse).

A la protesta también acudieron los representantes del área de sanidad y presidente de la Federación de Vecinos Isla de León.