EL NOVIO
Funcionario en la Casa de Alba
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Alfonso era un joven funcionario de la Seguridad Social con relaciones sociales bien avenidas y solo 24 años en la cartera de la vida. Ella ya era una señorona con 48 y más títulos que la Bolsa de Madrid. Se encontraron en un rastrillo benéfico hace 35 años y se saludaron por medio del hermano de Alfonso, anticuario y amigo de Jesús Aguirre, marido de la aristócrata en aquellos años. Nadie hubiera creído entonces que se cruzaran una sola mirada furtiva. ¿El pipiolo y la señora? Imposible. Ayer anunciaron que se casarán en octubre.
Entre ellos hay un abismo y el primer salto es de edad. Ella tiene 85, él 25 años menos. Ella representa la flor y nata de la nobleza, él es un trabajador de la Seguridad Social que accedió al cargo por oposición. Un funcionario en la Casa de Alba... A Fadrique Álvarez de Toledo, segundo duque de la dinastía, conquistador de Navarra y acompañante de Carlos I en sus aventuras de Flandes, ayer se le hubiera caído la lanza. La duquesa, acostumbrada a sorprender, ha escogido 500 años después a un tipo que asegura que lleva una vida sencilla. Nació en Palencia en una familia de 12 vástagos, hijo de un militar dedicado a las antigüedades, como dos de sus hermanos. Ella se crió en un palacio, él en un caserón familiar desde cuya azotea veía los toros por San Antolín. Ella ha ido por la vida en coche de caballos, él en un sencillo utilitario y al trabajo en autobús. No vive en un castillo, sino en un piso de Chamberí decorado, eso sí, con exquisito gusto. Sus aficiones, las de cualquiera: le encanta viajar (sobre todo a Rusia y a Estados Unidos), la ópera, ver películas con la duquesa y leer el periódico en la terraza de su piso mientras se toma un café.
A él, el tiempo le ha respetado el físico: abdominales, figura espigada y un estilo innegable que destila en sus gafas de carey, las chaquetas de algodón ajustadas para ir a los toros, pulseritas de la 'high' española y bañador surfero para la playa. El corazón lo tiene como el de todos. En su única entrevista concedida a a un medio de comunicación dijo de su amada que es «la pera» -eso no lo duda nadie- y que se emociona cuando ella le dice «te quiero».