El pescador que tuvo que dejar sus redes junto al Guadalete
Actualizado: GuardarAún recuerda dónde tenía su zarampaña, arte de red que en la ribera del río le dio de comer en su día. Diego Almodóvar vivió de la pesca en el Guadalete. Y ello, además de ofrecerse como curiosidad costumbrista sobre aquello que El Portal disfrutó hasta hace unas tres décadas, se convierte ahora en hecho que revela la importante pérdida que, en términos de calado y anchura del cauce, ha sufrido con el paso del tiempo. «Poníamos los tornos en la barranca, en las playas se ponían las berlingas y así quedaban desplegados los 30 metros cuadrados de redes», recuerda Almodóvar sobre el terreno. La construcción del azud acabó con la pesca en el lugar. «Aquí se podían pescar más de 20 clases de peces: langostinos, lenguados, peces espada, corvina, sábalos, lisas, barbos, angulas, boquerones...». Ahora ni suben los peces ni apenas baja el agua cuando llegan las avenidas a causa de las lluvias.