Los desahucios que asiste el Ayuntamiento se reducen a la mitad
Bienestar Social destina un 40% de sus ayudas a pagar alquileres de realojo y ha resuelto al menos veinte casos en lo que va de año
Actualizado: GuardarMientras la morosidad crece y la crisis golpea a cada vez más familias, en El Puerto el índice de desalojos ha vivido una bajada. Al menos el cupo que asiste el Ayuntamiento a través de la concejalía de Bienestar Social, que ha reducido de manera importante el número de casos este año con respecto al pasado de. En 2010, un total de ochenta familias requirieron la ayuda municipal, mientras que en lo que va de año se han resuelto ya veinte casos que se enfrentaban a una posible pérdida del hogar, y a los que la administración local ha aliviado mediante ayudas para pagar el alquiler de otra vivienda de realojo. Pese a la bajada, este tipo de subvenciones se lleva una importante porción de la política social. De hecho, un 40% de las ayudas económicas que concede la concejalía se destinan a pagar las rentas.
Hasta el momento, un 90% de las solicitudes han sido atendidas por los técnicos del área, que siguen un protocolo de actuación diseñado bajo el mandato de la edil Mariola Tocino. Una hoja de ruta que no solo sirve para determinar qué personas necesitan realmente las ayudas, sino también para prevenir el desahucio y lograr que el desalojo no se ejecute. El alcalde, Enrique Moresco, expuso estos datos junto a Tocino, durante el balance del trabajo que Bienestar Social ha desarrollado en los últimos seis meses. «Aunque no sea de nuestra competencia, sino de la Junta, el problema social que provocan los desahucios nos preocupa mucho, por eso el Ayuntamiento no duda en destinar recursos e implicarse ante la incompetencia del gobierno andaluz».
El regidor popular destacó que durante este tiempo la demanda de ayudas se ha incrementado de forma paulatina y que se ha dado cobertura económica -para pagar recibos de luz, agua, para alimentos- a un 72% de las personas que la han solicitado. Moresco aclaró que el 38% restante no se ha quedado desamparado, sino que sus casos han sido derivados a otros recursos disponibles no municipales, como son las redes de apoyo familiar. «Durante muchos años ha abundado la picaresca y la concesión de ayudas a personas que en verdad no las necesitaban y que se habían acostumbrado a vivir de ellas», reconoció el alcalde.