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«Con 700 euros recorrí Grecia y Turquía»
Nunca está más de tres días en un sitio, aunque asegura que volverá a Santorini, «una isla impresionante»
Actualizado: GuardarPor 160 euros sacó un billete de avión que en junio le permitió ir de Madrid a Atenas y volver desde Estambul. Rubén Carracedo es un informático vizcaíno que vive en Madrid. «Viajo solo, porque así no dependo de nadie, cambio de planes cuanto quiero y, además, conozco a mucha gente». En Atenas visitó la Acrópolis, el Ágora y el templo de Zeus. «Me gustaron, pero me quedé un poco cansado de tanta ruina». Cruzó en ferry a Santorini. «Es una isla impresionante. Si llegas en barco, las vistas son increíbles. Ves la caldera en el centro, y las casas blancas colgando alrededor y contrastando con el azul del mar». Se alojó tres días en Fira, desde donde fue caminando hasta Oia. «Es un paseo largo y duro, bordeando la caldera. Pero merece la pena. Me encantó la puesta de sol. Saqué fotos como un loco y casi no me creo que las he hecho yo, por lo bonitas que son».
Saltó en barco a Mykonos, donde solo estuvo siete horas. «No está mal, pero, comparada con Santorini, no tiene nada que hacer. Yo iba solo y aquello es para quienes buscan fiesta». Luego se encaminó a Turquía. «Éfeso no me gustó demasiado, porque ya estaba saturado de los templos de Atenas. Fui a Pamukkale, que es una formación rocosa con unas piscinas de cal natural y agua turquesa». Aguantó diez horas de autobús para alcanzar Goreme, en Capadocia. «Muy bonito. Es un lugar mágico donde se levantan las chimeneas de las hadas. Vale la pena. Al ser un país islámico llama más la atención».
Un Bazar organizado
Ni siquiera en Estambul se detuvo demasiado. «Nunca estoy más de tres días en ningún sitio. Con eso, veo lo que necesito ver. ¿Que no me entero demasiado? Siempre puedo volver. Soy joven; tengo 27 años y, si quiero, regresaré. No creo que necesite estar más tiempo del que estoy en cada sitio». La antigua Constantinopla no le encandiló. «Me decepcionó un poco, me pareció muy europea. La Mezquita Azul y la de Santa Sofía son muy bonitas, pero esperaba un país más islámico y tradicional». El Gran Bazar y el de las Especias le resultaron demasiado organizados. «Creía que serían como el de Marrakech, más caóticos».
Para recorrer el mundo no hace falta mucho dinero, dice Rubén. «El viaje me costó unos 700 euros». Volverá a Santorini. «Seguro». Y, con el mismo aplomo, admite que se iría a vivir a Sidney, «porque hay buen clima, se come bien, tiene playas maravillosas y una bahía preciosa». Aunque el mejor 'skyline' del mundo, asegura, «es el de Hong Kong, muy por encima del de Nueva York». Una ciudad en la que también estuvo tres días. «Vi todo lo que quería ver».