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Los chinos ricos también lloran
Un informe revela que casi la cuarta parte de los 72 magnates chinos fallecidos desde 2003 optó por el suicidio
Actualizado: GuardarSHANGHAI. Beben agua de los Alpes franceses, comen carne australiana, respiran siempre aire climatizado, conducen los automóviles más seguros y acuden a la consulta de las clínicas más avanzadas del mundo. Pero, aun así, los milmillonarios chinos (en yuanes, en euros un cero menos) no gozan de una gran esperanza de vida. Es la conclusión que se desprende del estudio que ha llevado a cabo el diario de la localidad de Changchun 'New Culture News', en el que se analizan las causas de la muerte prematura de los 72 ricachones que han fallecido desde 2003.
La investigación también demuestra que tener dinero en China puede ser más peligroso que beber leche con melamina. De hecho, el índice de mortalidad de este selecto grupo social el año pasado fue, según el informe, superior al 0,15 por mil, una cifra que lo acerca a la profesión de policía, la de mayor riesgo del gigante asiático con una tasa del 0,3 por mil.
No en vano, sólo 19 los multimillonarios, un 26%, murieron por causas naturales cuando tenían una media de 48 años de edad. Diez de ellos sucumbieron al cáncer y el resto falleció por enfermedades cardiovasculares. Accidentes de diferente tipo, pero sobre todo de tráfico, se llevaron por delante la vida de siete más. Todos los demás dejaron este mundo de forma poco corriente.
Destaca el elevado número de muertes que se pueden atribuir a las actividades ilícitas de los multimillonarios. Catorce fueron ejecutados, todos ellos por delitos económicos que, en algunos casos, desde este año ya no son punibles con la pena de muerte. Otros quince -un 21%- fueron asesinados, generalmente por mafiosos con los que mantenían alguna disputa.
Claro que en la larga lista de milmillonarios muertos hay espacio para casos curiosos, como el de Li Haicang, un magnate del sector siderometalúrgico al que un amigo de la infancia que se consideró desatendido disparó en su oficina. A Gu Gitai, empresario del textil, lo liquidaron sus secuestradores a pesar de que la familia pagó el rescate. Sin duda, el dinero en China fluye más negro que de costumbre.
Alto íncide de suicidios
Pero, quizá lo más sorprendente es el abultado número de quienes decidieron suicidarse. Nada menos que diecisiete, un 23% del total, se quitaron la vida. La mayoría se ahorcó, pero también abundaron los que prefirieron dejar marca y se tiraron desde lo alto de un edificio o de un acantilado. Según declaración del psicólogo Zhang Zhenhuan, «en general, los multimillonarios tienen más capacidad de afrontar el estrés y las dificultades, pero su mundo interior es muy solitario. Además, frente a los problemas no buscan ayuda psicológica y tratan de asumirlos solos, y cuando las dificultades se hacen extremas pueden llevarles al suicidio».
Pero no parece que esa soledad interior reste atractivo al deporte nacional chino de amasar dinero. Porque el número de millonarios se dispara cada año. Según el informe anual de Hurun, 960.000 personas tenían en 2010 un patrimonio superior a un millón de dólares, un 9,7% más que en 2009. 60.000 de ellos alcanzaban los 14 millones de dólares y 4.000 se instalaban en el Olimpo de los milmillonarios en yuanes. Claro que, a más capital, más riesgo.