Wendy e Ignacio eligen flores en La Habana. :: A. ROQUE / AFP
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Cuba celebra su primera boda gay

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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Una transexual y un gay opositor y con VIH se casaron ayer convirtiéndose en la primera pareja de homosexuales en establecer un vínculo legal en Cuba. Eligieron el 13 de agosto, dicen que como un «regalo» a Fidel Castro en su 85 cumpleaños. El enlace, que «marca una nueva etapa» en la isla caribeña, fue posible porque para la ley son hombre y mujer. Wendy Iriepa cumplió el «sueño de toda mujer» de casarse de blanco, luciendo escote para sus senos conseguidos con hormonas. Hace cuatro años, el enlace hubiese sido imposible porque la novia fue Alexis hasta que en 2007 cambió su pene por una vagina en el quirógano.

Wendy trabajaba en el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) que dirige Mariela Castro, la hija sexóloga del presidente Raúl Castro, y fue la primera de las 16 operaciones gratuitas de cambio de sexo practicadas desde entonces. «Estoy muy contenta de que se pueda casar, no exactamente con un heterosexual como ella quería, pero parece que encontró el amor de su vida y lo va a celebrar, y nosotros le deseamos muchas felicidades», comentó Mariela.

El novio es el opositor Ignacio Estrada de 31 años. «Siempre dije que era gay. Pero con Wendy es totalmente diferente. Por primera vez en mi vida me confieso confundido, hoy no sé ni lo que soy, lo que realmente sé es que estoy enamorado de una mujer», afirmó. Wendy no tiene ese problema. Él tiene pene y a ella no le importa recurrir a «juguetes sexuales» para complacerlo. Según Wendy, Mariela rechazó ser la madrina de la boda por la posición disidente de Estrada. Si aceptó la bloguera opositora Yoani Sánchez. También fueron invitadas las Damas de Blanco -esposas de disidentes apresados- y diplomáticos de la Oficina de Intereses de EE UU.

«Es algo maravilloso. Seremos la primera boda gay en Cuba. No quiero que sea vista como algo político, aunque es un regalo para Fidel y no me preocupa lo que piense el Gobierno», dijo la rubia y estilizada Wendy, de 37 años. Sin embargo, no nos equivocamos al decir que Fidel Castro prefirió el regalo de la Fundación Guayasamin, la 'Serenata de la Fidelidad', un concierto con artistas de nueve países de más de tres horas y las exposiciones sobre su figura.